Desde los albores de la civilización, los humanos han consumido miel de abejas. Este dulce manjar está presente en el arte rupestre, el antiguo testamento, los primeros documentos de la China milenaria y en los jeroglíficos del Antiguo Egipto. Pero además de su gran valor nutricional y sus comprobadas propiedades medicinales, la miel posee una cualidad casi irrepetible en el mundo de los alimentos: es eterna.
Este raro fenómeno es posible gracias a diversos factores. Por un lado gran porcentaje de este alimento es azúcar, y los azúcares son capaces de absorber la humedad ambiental, lo que dificulta la proliferación de bacterias y microrganismos. Además, el proceso al cual someten las abejas el néctar obtenido de las flores produce agua oxigenada, un antiséptico que evita que la miel se descomponga.
Por estos motivos, además de su peculiar sabor, la miel ha sido venerada por diversas culturas como un alimento divino, entregado a la humanidad por los dioses.
Fuente: tuhistory / MF
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