No se trata de una falla habitual. Dos, tres y hasta cuatro horas sin electricidad pasan comunidades en Carabobo. La frecuencia de los cortes son cada vez mayores y aunque la gerencia de Corpoelec informa a través de sus cuentas en redes sociales que los apagones son por problemas fortuitos, la realidad es que se realizan labores de mantenimiento que son impostergables en las plantas termoeléctricas más importantes de la región, que condicionan las interrupciones.
Es una situación que ya había sido advertida por diversos especialistas. Desde hace cuatro años no se hace mantenimiento preventivo ni correctivo a las plantas de la región, según denunciaron sindicalistas de la estatal. La causa es la deuda de más de tres mil millones de dólares que mantiene el Gobierno con proveedores internacionales de repuestos y prestadores del servicio especializado de mantenimiento. Las horas de funcionamiento de las unidades generadoras se siguen acumulando en perjuicio de su óptima operatividad. Los resultados se manifiestan en los cada vez más frecuentes cortes.
Nueve plantas termoeléctricas conforman el eje Aragua-Carabobo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que en su conjunto tienen una capacidad instalada de cuatro mil 454 megavatios hora (MW/h), suficientes para soportar la demanda actual de la región, estimada en dos mil 500 MW/h.
Pero la operatividad de esas instalaciones no está en su mejor momento. Solo producen en la suma mil 570 MW/h, que es igual a 35,25% de su capacidad, de acuerdo a fuentes internas de la estatal. A eso se le suma un programa de mantenimiento urgente e imprevisto aplicado por Corpoelec en las plantas de Guacara, Termo Carabobo y Planta Centro en Carabobo, además de la de Guarenas, Tacoa, Termozulia, el Complejo Josefa Camejo y el cable submarino del lago de Maracaibo.
Eso no es todo. Las tardías respuestas a las comunidades en medio de una falla en el servicio, se deben a que no hay piezas ni herramientas en los estados o municipios donde se presenta la interrupción, y el personal debe acudir a otra entidad donde se encuentre el repuesto.
Hay situaciones dramáticas dentro de la estatal. Ángel Navas, presidente de la Federación de Trabajadores Eléctricos (Fetraelec) relató que en los centros de servicios se registran a diario robos a las instalaciones y unidades. Esto sucede porque desde hace más de seis meses le fue rescindido el contrato a la empresa de vigilancia privada que resguarda centros administrativos, talleres, operativos y almacenamiento en todo el país y se le entregó a la Milicia Bolivariana. “Ellos tienen buena voluntad pero no cuentan con el equipamiento ni la cantidad suficiente de personas para enfrentar a malhechores que entran armados a esos lugares”.
Fuente: El Carabobeño / MF
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