Una llamada desde los calabozos y una amenaza dan inicio a la extorsión carcelaria, que ocupa un 60% de los reportes por este delito, de acuerdo con la información que maneja el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana.
Las víctimas denuncian más los lunes. Durante la llamada, a decir de los testimonios, los delincuentes le dicen a la víctima que tienen toda su información personal: dirección, datos de familiares y amigos, registros bancarios, etc. “Generan un gran impacto psicológico y las personas ceden a la extorsión”, dijo un vocero del Gaes.
Las autoridades insisten en la necesidad de se denuncie la extorsión. “Deben confiar en los organismos, es la única forma de minimizar estos actos”, dijo una fuente del Gaes.
“Desde la cárcel llaman, pero otras personas se involucran: el ‘pichador’, el cobrador, el negociador... cumplen varios roles y hay que capturarlos”, sentenció el informante.
Desde dónde extorsionan
De acuerdo con el registro de las denuncias recibidas por el Conas, la mayoría de las extorsiones se registra desde Puente Ayala, la cárcel de Barcelona, y Pata ‘e Palo, de Barquisimeto. Reclusos de Trujillo y de Cabimas (Zulia) también han cometido este delito.
Cómplices y secuaces
“Pueden intervenir hasta 11 personas, cada uno cumple un rol diferente”, informó un vocero del Gaes. Acotó que “la mayoría de los cómplices son amigos y familiares del extorsionador u otros miembros de bandas. Generalmente, un allegado a la víctima facilita la información personal”.
Imitan grupos irregulares
Cuando llaman desde la cárcel, se hacen pasar por guerrillas o bandas delictivas conocidas. Un informante militar con conocimiento en el área explicó que “esto lo hacen algunos creyendo que tendrán mayor impacto. Son nuevos, quieren ganar seguridad, pero no funciona”, dijo.
La llamada no es el inicio
“Los delincuentes buscan primero la información de la víctima. La investigación previa puede durar hasta un mes. Luego llaman y comienza la amenaza”, reveló la fuente militar. Agregó que desde un mismo aparato celular han recibido denuncias de hasta tres familias diferentes en una sola semana.
Denuncian 15 casos al día
“Los lunes se reciben más casos que el resto de la semana; hasta 20 se pueden reportar
en un mismo día”, indicó la fuente. Muchas personas no se acercan a las autoridades por temor. “A veces nos piden seguridad para la familia. Deben confiar en los organismos y denunciar”..
Los riesgos de los pagos
Jamás se debe pagar una extorsión. “Si alguien cede y paga la primera vez, siempre habrá una segunda y una tercera”, expuso el informante. Sea en efectivo o por transferencia bancaria, el pago significa peligro. Los criminales tendrán acceso a más datos de la víctima.
Actuación de autoridades
Al recibir la alerta, los organismos competentes preparan su estrategia para la captura de los cómplices involucrados. “Se hace un estudio de relación de llamadas. Se bloquean todas las líneas y los teléfonos y se toman las medidas pertinentes para la captura de los cómplices”, aseguró el experto.
Consecuencias en la salud
La psiquiatra María Sánchez afirmó que las víctimas de extorsión suelen sufrir ataques de pánico y ansiedad difusa. “Los daños son persistentes. Si no buscan ayuda psiquiátrica, el problema se vuelve crónico y se complica con depresión y estrés postraumático”, dijo la profesional de la medicina.
Fuente: Panorama
CC
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