El Pao.- Más de 40 productores del campo se ven afectados por las condiciones que presenta la carretera hacia el sector Cunaviche.
Denunciaron que está en riesgo la producción en la zona y temen perder las cosechas, debido al pésimo estado en que se encuentran los accesos, lo que les impediría sacarlas.
Las lluvias caídas hace semanas dejaron a su paso enormes cráteres, incomunicando a los parceleros.
Para Carlos Vera, dirigente agrícola, es preocupante que no los tomen en cuenta, sobre todo porque aportan a la economía de la región.
Afirmó que el único apoyo recibido en materia de vialidad fue en el 2013, a través de Servicios Generales de la Gobernación, institución que realizó mejoras en la vía con algunas maquinarias.
Vera explicó que introdujeron un proyecto a representantes del Consejo Federal de Gobierno, por un monto de 120 millones de bolívares, recursos que serían destinados a mejorar la carretera de Cunaviche.
En la parte eléctrica lograron conseguir la instalación del tendido de alta tensión en cierto tramo.
“Sin embargo, el gobernador saliente Francisco Rangel Gómez, se comprometió en el 2016 con las familias de la comunidad a entregar siete transformadores, pero no cumplió con los productores, dejando el 80 % sin el servicio”, apuntó.
La otra dificultad manifestada por los habitantes de Cunaviche tiene que ver con el agua potable.
“A pesar que en reiteradas oportunidades introdujeron proyectos en Hidrobolívar no se obtuvo respuesta alguna”, dijo Rafael García.
En el documento los trabajadores del campo señalaban la construcción de un pozo profundo con todos sus estudios, obra que solventaría por completo el problema que padecen.
También denunciaron que la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv) se burló de las familias de la comunidad.
Mencionaron que en su momento autoridades de la institución ofrecieron construir casas, con la idea de erradicar los ranchos existentes; pero quedaron en simples promesas.
“Los pequeños y medianos productores seguirán padeciendo la negligencia de los entes públicos”, lamentó Pablo Bacadares, otro de los parceleros.
De Regiones – Primicia
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