La Troncal 10 que une a toda la zona oriental del país con el norte de Brasil, demanda inversión para evitar accidentes, pues el descontrol de unos pocos pone en peligro la vida de muchos.
Durante noviembre y diciembre del año en curso el número de siniestros es considerable, tomando en cuenta no solo los simples “toques”, sino también accidentes con saldo de fallecidos.
El exalcalde de Sifontes Carlos Chancellor en su momento fue uno de los principales denunciantes de la situación de la vialidad, al señalar alrededor de cinco puntos críticos en lo que corresponde a tal jurisdicción, donde casualmente uno de estos puntos terminó cediendo debido a fuertes lluvias.
“No esperemos que ocurra una desgracia o que la zona quede incomunicada”, repitió el exalcalde.
Imprudencia constante
Desde Upata hasta Santa Elena de Uairén son numerosos los tramos afectados, entre ellos Villa Lola (escenario de los últimos dos accidentes), recta de Pedeca.
También Santa Rosa, entrada a Guasipati, tramo Guasipati – El Callao, Caballape, Belén, curva El Cacho, entre otros sitios, donde los cráteres que “adornan” la vía han sido causantes de varios pinchazos y otros siniestros de menor impacto.
Conductores quienes usan a diario la troncal, se quejan por infinidad de factores: “De noche ya no se puede manejar, los huecos están en varios tramos y además hay mucho loco que piensa que la vía es de ellos”, señaló Juan González, quien maneja un carro por puesto desde el sur a Ciudad Guayana.
En el caso del último accidente registrado a menos de un kilómetro de un puesto de control policial, en el sector Villa Lola, se informó que la imprudencia del camión tuvo mucho que ver.
Versiones señalan que la unidad de transporte pesado no portaba luces operativas, sin importar que era horas de la madrugada; aunque sí tenía un panel con luz incandescentes, la cual presuntamente fue encendida para alertar al chofer del bus, pero trágicamente solo obtuvo el efecto contrario, cobrando cinco vidas.
Trabajos en la vía
El paso a riesgo de carros a otros, en curvas o zonas donde existe gran cantidad de huecos, también es un factor que incide en los accidentes.
A la par, gandolas cargadas de todo tipo de mercancía, así como de madera y combustible, ruedan a cualquier hora por la carretera internacional sin que exista un verdadero control al respecto.
Al asumir la Gobernación de Bolívar, Justo Noguera ha constatado el estado de la vialidad, por lo cual también ha tomado cartas en el asunto especialmente en el tramo que comprende el municipio Sifontes, donde varias alcantarillas presentan un marcado desgaste.
Usuarios solicitan que las acciones sean eficientes y rápidas, considerando que la troncal no cuenta con las señalizaciones necesarias en varios de sus tramos.
Eso impide a los chóferes foráneos manejar con cierta seguridad por una de las vías más importantes del país.
Por los momentos, solo sirve ser más precavido y evitar ser uno más de las estadísticas mensuales de accidentes viales en la región.
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De Regiones – Primicia
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