JULIO ALEXANDER MOYA
@JULIOMOYA6
FOTO: Archivo NPG/Ángel García
Ciudad Guayana.- Eran como las 12:40 minutos de la tarde de este martes cuando residentes del asentamiento campesino 19 de Abril, ubicado en la parroquia José Antonio Páez, del municipio Heres, en Ciudad Bolívar; observaron pasar un vehículo marca Hyundai, modelo Elantra, color marrón a máxima velocidad.
Vecinos al visualizar hacia donde se dirigía fueron testigos de cómo 4 sujetos –con características aun por identificar- portando armas de alto calibre se bajaron y sacaron de la maleta del auto antes descritos a una persona, ya sin vida.
Dicen que vieron para todos lados con el objetivo de percatarse de que no estuviese ningún testigo y cargaron con el cuerpo de un hombre que lucía bañado en sangre para posteriormente dejarlo abandonado en medio del pavimento arenoso.
Quienes tuvieron la valentía de acercarse una vez que emprendieron la huida, se dieron cuenta que el muchacho tenía varias perforaciones de proyectiles en diferentes partes de su cuerpo.
La escena era sangrienta. Aunque quisieron prestarle los primeros auxilios con el objetivo de trasladarlo hasta la sala de emergencias del Complejo Universitario Dr. Ruiz y Páez, sin embargo, se hallaba sin signos vitales.
El occiso a simple vista también presentaba signos de haber sido víctima de violencia y se encontraba en posición boca abajo.
Pocos metros después
Una vez que los curiosos reportaron la irregularidad al Servicio de Emergencias 171 Bolívar, al cabo de unos minutos, habitantes de la comunidad 24 de Julio se comunicaron también para informarles sobre el abandono de otro cuerpo.
La versión en torno al hecho era la misma, sin embargo, lo único que lo diferenciaba era que este presentó heridas por arma blanca ocasionadas por un cuchillo.
El joven yacía en posición boca arriba vestido con un pantalón y una camisa. Estaba sin zapatos.
Reporte
Los primeros en llegar hasta ambas escenas fueron funcionarios de la Brigada Motorizada del Centro de Coordinación Policial (CCP) José Antonio Páez, quienes aparte de resguardar los cadáveres tenían la misión de confirmar la información para dar el reporte a los sabuesos de la División del Eje Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), subdelegación Ciudad Bolívar.
Nadie de los presentes quería hablar por temor a posibles represalias. La poca información que pudieron recabar los entes policiales fueron las características del carro, razón por la cual, desplegaron un operativo para dar con la captura de los presuntos responsables mientras realizaban el levantamiento previo y colectaban las pesquisas halladas.
Aunque hasta el momento el móvil del asesinato no está claro, aunque se presume que se trate de un ajuste de cuentas o venganzas.
Se negaban a morirse
Cada uno de occisos presentaba en sus manos signos de haberse defendido de sus agresores, pero no pudieron sobrevivir.
Como parte de las averiguaciones correspondientes, se tiene previsto que los cipecos esperen el reporte de personas que acudan hasta la sede del ente detectivesco para formular la denuncia de un familiar desaparecido o, como en otros casos, víctima de un secuestro exprés.
Hasta pasadas las ocho de la noche de ayer, no habían sido identificados por carecer de documentación personal.
Una vez que las autoridades de la policía judicial obtengan los nombres de las víctimas se podrá determinar si presentaban expedientes penales o, en su defecto, solicitado por la justicia.
“Zona estudiada”
Se conoció de forma extraoficial que -en días anteriores - varias personas observaron por las adyacencias circular varios vehículos no aptos para este tipo de terrenos.
Pese a que se les hizo raro porque no acostumbraban verlos, pensaron que era propiedad de un habitante que compró varias hectáreas para dedicarse al campo.
Tras tener conocimiento de esta supuesta versión, los efectivos de azul no descartan que la zona haya sido “estudiada” por los criminales para tener la ubicación de entrada y salida para evitar que fueran capturados.
Incremento de la inseguridad
Lugareños de los asentamientos campesinos 19 de Abril y 24 de Julio, en Ciudad Bolívar, alzaron sus voces como señal de protesta para exigir a los cuerpos de seguridad labores de patrullaje durante las 24 horas del día, debido al incremento de la delincuencia.
Aseguran que son constantes los atracos y robos de hortalizas, ganado y/o frutas de sus hectáreas por parte de los “amigos de lo ajeno”. “Cuando somos víctimas del hampa nos quedamos de brazos cruzados porque no podemos hacer más nada. No nos queda de otra que entregar nuestra pertenencias e implorar a Dios que no nos den un tiro porque tampoco hay insumos para que nos atiendan en un hospital”, vociferó una mujer que prefirió resguardar su identidad.
CIFRAS
2 hombres tiroteados
2 Organismos de seguridad actuantes
4 Responsables
0 Detenidos
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