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Tener fiebre en la infancia no es tan malo después de todo: ¿por qué?

La fiebre por sí sola no es una enfermedad, sino que se trata de un síntoma de alguna infección o trastorno viral. Además, indica que el cuerpo intenta curarse y quiere eliminar todas las toxinas. Nos atrevemos a decir que tener fiebre no es tan malo como parece y que inclusive puede tener algunos beneficios, ¡como estos!

Tener fiebre en la infancia no es tan malo después de todo: ¿por qué?

¿Por qué tener fiebre puede ser beneficioso para la salud?

Un estudio publicado en el año 2004 asegura que los niños que tienen fiebre durante el primer año de vida tienen menos riesgo de desarrollar alergias en la infancia que aquellos que no la padecen.

Inclusive, se llegó a la conclusión de que la fiebre puede ayudar al cuerpo del niño a combatir cualquier infección que se presente. Sucede que muchos microbios que causan enfermedades se desarrollan mejor a temperatura normal. Por lo tanto, si el cuerpo incrementa su temperatura unos cuantos grados, dichos microbios no podrán reproducirse.

La fiebre también impulsa el sistema inmune, incrementa la velocidad con la que trabaja y estimula la producción de glóbulos blancos, que «defienden» al organismo. Esto significa que, para curar cualquier enfermedad más rápido, es aconsejable dejar que la fiebre siga su curso en trastornos como la gripe y el resfrío.

Puede ser que nos preocupe que nuestro hijo tenga problemas debido a episodios prolongados de fiebre, pero, cuando se trata de un trastorno de los llamados «comunes», el cerebro tiene una especie de termostato interno que no permite que la temperatura supere los 41 ºC. Para que el daño ocurra, la temperatura debe ser más alta de los 42 ºC, cosa que nunca sucede.

De todas maneras, a pesar de que la fiebre no es tan mala después de todo, siempre es aconsejable consultar con el pediatra para saber la causa del síntoma.

¿Cuándo deberías preocuparte?

La fiebre es el modo que tiene el organismo de ayudarnos a combatir enfermedades. Sin embargo, existen ciertas señales de alarma que debes tener en cuenta:

Temperatura rectal de más de 40 ºC en un bebé de menos de 45 días de vida. A esa edad corren un mayor riesgo de sufrir de enfermedades bacterianas graves.
Fiebre alta durante 5 días o más.
Fiebre alta acompañada de letargo.
Fiebre alta acompañada de erupción cutánea, dolor de cabeza muy fuerte, fotosensibilidad, contusión y rigidez en el cuello. Estas pueden ser señales de meningitis.
Llanto incansable y sin parar.
Como verás, la fiebre tiene su lado positivo y su lado malo. Solo debes prestar atención a los síntomas y, si notas que algo no va como debería, visitar al pediatra.

Fuente: vix / MF

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