Uno de los asaltantes se hizo pasar por discapacitado.
Más de 30 personas fueron ultrajadas por un quinteto de criminales que se subieron a la unidad de transporte disfrazados de “viajeros”.
Cuando percibieron el momento justo para efectuar su plan, encañonaron a los pasajeros.
El hecho trascendió a eso de las 7:30 de la mañana de este lunes. El autobús tenía pocos minutos de haber salido desde la Terminal de Pasajeros Manuel Piar, ubicado en Puerto Ordaz.
Las víctimas relataron, que desde el principio hubo mucho tropiezo para que el bus arrancara pues las dos mujeres que también integraban el grupo de hampones, no portaban cédula de identidad y no les aceptaban que viajaran así.
Pero finalmente, la misma “fiscal de la Alcaldía”, encargada de monitorear el cumplimiento de la normativa en la terminal de buses, aceptó que las mujeres subieran a la unidad de transporte estando indocumentadas.
Ese es un requisito vital para que un usuario adquiera el pasaje y pueda viajar. Al parecer, los mismos supervisores violentaron la norma y trascendió la desgracia.
La unidad asaltada pertenece a la empresa Vencedores de Guayana y cubre la ruta Puerto Ordaz – Ciudad Bolívar – Puerto Ordaz.
No tenían muchos minutos de haber arrancado, cuando llegando a la redoma de “La Piña”, los delincuentes se levantaron y anunciaron el asalto. “Quieto todo el mundo: Esto es un atraco”.
Eran tres hombres y entre ellos uno con muletas, mismo que se disfrazó de “discapacitado” para ocultar el arma de fuego con que sometieron a los pasajeros.
Junto a estos tres delincuentes iban dos mujeres, que fueron las encargadas de almacenar en un bolso todo lo que los hombres iban robándole a la gente.
Bajo amenaza de muerte neutralizaron a los presentes e incluso, golpearon a una dama y advirtieron que si hacían cualquier movimiento raro, matarían a la mujer.
Mientras obligaron al conductor del autobús a desviarse por la avenida de Los Trabajadores y tomara dirección a San Félix; cargaron con celulares, prendas, dinero en efectivo, equipos electrónicos y zapatos.
Pocos metros antes de llegar al puente Angosturita le ordenaron al chofer que detuviera la máquina, descendieron de manera tranquila y huyeron a toda velocidad hacia una zona boscosa.
Las víctimas hicieron un llamado a las autoridades pertinentes porque en la terminal no hay vigilancia, ni control de requisa para los pasajeros que abordan las unidades. Además, denunciaron directamente a la fiscal encargada en la central de buses, como la culpable de todo por permitir a las dos mujeres que se subieran sin cédulas.
EDG.-
Comentarios: