Upata.- Una llamada alertó a los funcionarios de la Policía del Estado Bolívar, quién se comunicó fue breve: “acribillaron a un hombre en el sector Bicentenario”.
Rápidamente los oficiales adscritos a la Brigada Motorizada de la comisaría Coviaguard, se trasladó al sitio para confirmar el crimen.
En la calle Orinoco, adyacente al club “El Manguito”, yacía el cadáver de un hombre de 22 años. Tenía múltiples disparos en la cabeza, el pecho y las piernas.
Quienes rodearon el cuerpo lo identificaron como Critian Antonio Ramos. Todo ocurrió aproximadamente a la 1:00 de la tarde de este jueves.
La escena fue custodiada por los oficiales hasta la llegada de los expertos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Desde un carro
De acuerdo a las declaraciones de los testigos, la víctima caminaba por el referido lugar en compañía de otro muchacho.
Cuenta que fueron interceptados por varios sujetos que se desplazaban en un vehículo pequeño de color negro.
Los delincuentes se aproximaron y el copiloto bajó el vidrio, aunque Cristian corrió fue en vano, fue alcanzado por los disparos.
Cayó herido en una de las aceras y en ese instante dos de los verdugos descendieron del auto y lo “remataron”.
Tras el crimen los malandros se perdieron de la zona sin ser reconocidos por los testigos, según uno estaba encapuchado.
Dicen que luego de la balacera quien acompañaba a la víctima lo vio muerto y se perdió del sitio. Nadie lo volvió a ver.
Por ahora se desconoce si fue él, el que notificó la arremetida a las autoridades.
La noticia sobre la muerte de Critian no tardó en regarse, así que a los pocos minutos los allegados acudieron al lugar.
El cadáver lo cubrieron con pedazos de cartones hasta la llegada de los detectives.
Se supo que la víctima no fue despojada de sus pertenencias, es por ello que el móvil del robo fue descartado por las autoridades que llevan el caso.
Averiguaciones
Los expertos del Eje de Homicidios de la policía científica, llegaron al sitio y luego de escuchar el relato de los testigos colectaron las evidencias.
Por la manera en que sucedió el crimen presumen que se trató de una venganza; sin embargo, no descartan otras hipótesis.
Los sabuesos indagan en la vida de Cristian para conocer si estaba en alguna situación que pusiera en riesgo su vida.
Los detectives sospechan que los verdugos residen en las adyacencias del lugar.
Aunque realizaron un recorrido en el barrio y sectores cercanos, no lograron ubicar a ningún sospechoso.
El caído vivía junto a su familia en el barrio Libertador, de la población de Upata.
Rastreo
Las autoridades a cargo de las averiguaciones se mantendrán desplegadas en zona en busca de los responsables de este nuevo crimen.
DP.-
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