Siete de cada diez españoles sufren alguna disfunción visual y gran parte de ellos utiliza las lentes de contacto como la principal herramienta para corregir su problema de visión. A veces surgen dudas sobre su cuidado, lo que se puede, o no, hacer cuando la persona las porta en el ojo y por ello, no es en vano, recordar una serie de consejos que ayuden a los usuarios de lentillas a saber que están haciendo un uso correcto de sus lentes de contacto y evitar así que puedan llegar a causar daños en los ojos.
Exámenes oftalmológicos regulares
Las lentes de contacto son artículos sanitarios de adaptación individualizada, por lo que es necesario que en un principio sean prescritas por un oftalmólogo que compruebe la toleración del material en los ojos; pero, además, que sean vigiladas regularmente mediante revisiones oculares regulares durante el tiempo que se utilicen.
Todos los modelos existentes son diferentes, por lo que debe atenderse a los parámetros que el globo ocular de cada persona necesita, así como, evidentemente, al tipo de disfunción visual que sufre. Por ello, los usuarios de lentes de contacto deben acudir a revisiones periódicas, no solo para analizar su agudeza visual, en la que testar si ha aumentado su graduación, sino que también para desechar posibles afecciones propias de haber hecho un mal uso o abuso de las lentes de contacto como la infección ocular llamada conjuntivitis, que causa sequedad en los ojos e incluso una mala visión.
Limpieza y desinfección
Para asegurarse de que se está haciendo el mejor uso de las lentes de contacto es imprescindible llevar a cabo una serie de hábitos de limpieza y desinfección básicos y sencillos, pero sobre todo muy eficaces.
La manipulación de las lentes de contacto debe realizarse con las manos correctamente limpias, que deben previamente haber sido ser lavadas con jabón y secadas sin utilizar una toalla que pueda desprender pelusa. Además, hay que higienizar las lentillas diariamente con los líquidos multiusos recomendados por el óptico-optometrista, colocando las lentillas en la palma de la mano, aplicando unas gotas de desinfectante y frotándolas suavemente con un dedo.
Además, se recomienda limpiar el estuche de las lentillas semanalmente, así como renovar el líquido que contienen una vez al día, ya que las bacterias y los microorganismos se pueden desarrollar tanto en el líquido como en la carcasa.
Además, se aconseja no intercambiar las lentillas, es decir, usar siempre la misma lente de contacto para cada ojo, para evitar el traspaso de posibles infecciones.
Renovar las lentes de contacto a su debido tiempo
Por último, pero no menos importante, la mayoría de las lentillas son desechables y renovables cada cierto tiempo, y esto debe cumplirse para evitar problemas oculares graves. Además, las lentes de contacto están hechas de materiales bio-compatibles, con propiedades específicas tanto fisiológicas como fisicoquímicas con garantías de control de temperatura, almacenamiento y otros factores, por lo que siempre deben comprar lentillas de marcas homologadas y con un certificado de calidad.
MA
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