Bernard-Henri Levy (BHL) es un millonario judío, nacido como francés en la colonial Argelia, y quizá por eso mismo con vocación innata para promover la guerra como mecanismo para preservar la influencia neocolonial gala. Influencia en realidad puesta al servicio del sionismo.
Se jacta de haber convencido al entonces mandatario francés, Nicolás Sarkozy, đe apoyar a los supuestos rebeldes libios y respaldar los bombardeos aéreos de la OTAN.
Relató su “hazaña” en un libro, y en noviembre de 2011 explicó que “no lo hubiese hecho de no haber sido judío”.
Apenas meses despues sus articulos, que para el mundo hispanoparlante publica el diario español El País, el propangandista (empacado como filósofo de la “nouvelle philosophie”) asumio la causa de Siria y el trabajo de publicista de los combatientes del “ejército libre sirio”.
Las premisas son las mismas en Libia, Siria y ahora Venezuela. En agosto de 2012, en su artículo Aviones para Alepo, desgranaba en segudilla los tres argumentos recurrentes para sustentar la tesis de la intervención militar enmascarada publicitariamente con la moralizante “responsabilidad de proteger”.
Uno, que hay una población civil atacada por las fuerzas genocidas de un tirano; dos, que esa población civil y sus representantes están pidiendo ayuda, y tres, que unos combatientes por la libertad con precarias armas defensivas que requieren una “ayudaita” (asistencia militar) para detener la “matanza”.
El pasado 15 de agosto BHL publicó su artículo mensual en El País con el título Maduro, entre Castro y Pinochet, en lo podria considerarse el inicio de su cruzada contra Venezuela. La ruta es la misma de las “guerras” precedentes y proféticamente el guión se ha rodado con precisión cinematográfica.
Un escenario de pre-guerra civil, antecedentes de más de cien civiles asesinados por las fuerzas paramilitares del dictador. El rodaje de la escena en Paris, Madrid y/o Washington, ya contemplaba el recibimiento con honores “de los últimos representantes de la oposición que aún tienen libertad de movimientos”. Y la promesa de “sanciones económicas y financieras que vayan más allá de las tímidas fanfarronadas de Donald Trump.”
Menos de 20 días despues, protagonizado por Julio Borges y Freddy Guevara, el rodaje se realizó con la inclusión de Berlin en lugar de la capital estadounidense, y la oferta firme de sanciones concretas (en clara alusión a Trump) presentada por la señora Merkel.
Lo que sí fue poco hollywoodense fue la “foto”: Levy sólo se fotografió con un Guevara de flux y sin la indumentaria de los “libertadores” de máscara antigas y escudo de madera. Sólo él publicó la imagen. Guevara ni le dió RT.
Las fotos de Libia, con combatientes reales en el propio campo de batalla en Misrata, los guerreros encapuchados de la oposición siria (aunque haya sido en Cannes) y la posada en la barricada de Ucrania, sin duda son más iconográficas.
De Los Tablazos – La Tabla Aserradero de Datos
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