Hay una verdad innegable y es que el hombre se compone de dos partes elementales: lo físico y lo espiritual. Sin importar la religión de la que seamos devotos, asumimos que la conciencia o alma —como más nos guste decirle— verdaderamente existe.
Partiendo de la base de que somos mucho más que un cuerpo físico es que se habla de los registros akáshicos. Son la memoria del alma. Esta memoria vive en nosotros y guarda todas las experiencias, sensaciones y sentimientos que atravesamos desde que nacemos hasta que morimos.
Para conocer más acerca de esta temática entrevistamos a Alicia Soto, la directora de Alêtheia, una escuela que enseña acerca de la apertura de registros akáshicos. Ella cuenta con más de 21 años de experiencia en el camino del autoconocimiento y más de 14 años de lectura de registros akáshicos.
—¿Qué son los registros akáshicos?
Es toda nuestra memoria, la que está inscrita en nuestro ADN y ARN. En el ADN se encuentra todo lo que refiere a esta vida, desde la unión del espermatozoide con el óvulo, como también el alma que elige entrar en el cuerpo de la madre y todo lo que tiene que ver con la herencia familiar.
Mientras que en el ARN radica lo relacionado a otras vidas e incluso vidas paralelas; todo aquello que tiene que ver con lecciones y misiones que deberías cumplir en esta vida.
Por otra parte, no es una adivinación, es un diálogo con el alma del consultante. Durante la lectura quien pregunta toma del conocimiento del lector su bagaje de conocimiento, y de ahí surgen las respuestas. Es por eso que cada lector pueda brindar una mirada distinta. Es decir, tocan aristas diferentes de una misma temática.
—¿Qué es lo que se hace en una apertura de registros?
Necesitas traer contigo una serie de preguntas que quieras hacerle a los maestros. Pueden estar relacionadas a cualquier temática y variar entre presente, pasado y futuro.
—¿Cómo podemos plantear las preguntas para sacar el mayor beneficio posible?
Las preguntas se tienen que basar en el porqué de las cosas y en el beneficio que me trae. Es una forma de aprender y eso implica preguntarle al alma cuál es el beneficio de pasar por esta experiencia, enfocado a uno mismo. De todas maneras, las respuestas que conseguirás van a ser coherentes con lo que necesitas aprender de esta experiencia.
—¿Cómo elijo a la persona indicada para que me abra los registros?
Tienes que elegir a alguien que sea experto en la temática que vayas a trabajar. En la medida que comiences a buscar verás como la energía te dirige hacia eso, hacia un lector con mayor manejo de las interrogantes que sostienes. Esto es necesario para que des un salto en tu evolución.
—¿Se recomienda cambiar de lector de registros?
Sí, solemos recomendarlo porque por ejemplo, si tienes problemas con el abandono referido a la familia o la pareja, necesitas ir con un lector que haya experimentado lo mismo y haya elaborado conocimiento a raíz de esa situación. Pero el día de mañana cuando tu vida cambie y el foco no se encuentre en esa temática necesitarás de otro lector para solucionar las otras interrogantes que surjan.
—¿Cómo hay que prepararse para una apertura de registros? ¿Qué tenemos que hacer para aprovechar al 100 % la experiencia?
Es necesario estar dispuestos y entregarse a la experiencia por completo. Debes olvidar los prejuicios y el ego para dejar que el lector pueda acceder de forma óptima a tus registros y así tener las respuestas que estás buscando.
—¿Cómo llegas a las respuestas que hacen los consultantes?
A través de los maestros, los guardianes de los registros akáshicos. Son 7 seres de luz, movidos por el amor y el entendimiento, que son los encargados, en planos sutiles, de custodiar la memoria de todo lo que tiene vida en el universo. Es a ellos a los que nos enfocamos a pedirle respuestas.
—¿Están sujetos a una religión?
No, ninguna, no hay religión ni filosofía, solo sabiduría.
—Pero, cuando hablamos de vidas pasadas o reencarnación vamos en contra de la Biblia ¿cómo pueden coexistir entonces?
No siempre hablamos de vidas pasadas, porque no solo se trata de eso. Se puede tomar de la herencia familiar o de sus propias vivencias.
—¿Cuál es el beneficio de abrirse los registros akáshicos?
Debemos saber, en primer lugar que venimos a la escuela de la vida a aprender, no a padecer. Sortear un desafío es difícil, para hacerlo necesitas meterte dentro y escuchar lo que ese desafío tiene para decirte, de esta forma se transforma la experiencia. Es más constructivo que padecerlo y sufrir por algo que quizás no esté relacionado contigo.
A raíz de la apertura de los registros podemos entender los motivos de nuestra existencia y los pasos a seguir para alcanzar nuestros sueños.
Lo grandioso de los registros es que una vez que los abres comienzas a sanar aquellas heridas que no te dejan avanzar, además te das cuenta de quién eres realmente e ingresas en un camino de auténtico conocimiento personal que desemboca en la felicidad.
Abrirse los registros akáshicos es un grandioso inicio hacia el camino de la espiritualidad y el amor. ¿La harías?
Fuente: Vix
LR
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