¿Hijos? ¿Suegros? ¿Dinero? Para evitar conflictos y sorpresas innecesarias, es mejor tener algunas cosas claras antes de que nos llegue la hora del matrimonio.
1) ¿Cómo resolvían los problemas tus padres?
No hace falta haber leído a Freud ni entender nada de psicoanálisis, para saber que los padres son actores fundamentales en la vida de cada uno, ya sea que estén presentes o precisamente por su ausencia.
Dicen que lo que se hereda no se roba, y los humanos copiamos mucho de nuestros progenitores, por ejemplo, la forma de resolver conflictos en la pareja. La relación de nuestros padres es la primera que aprendimos y, probablemente, la que tenderemos a repetir a lo largo de nuestras vidas.
2) ¿Quieres tener hijos?
Es uno de los grandes temas. ¿Quieres tener hijos? ¿Cuántos? ¿Qué tan seguidos? La paternidad es una gran responsabilidad, que atrae aparejado mucho estrés y que puede ser el disparador de varios conflictos. Por eso, hay que estar de acuerdo en cosas fundamentales para que no haya sorpresas innecesarias
3) ¿Qué lugar ocupa la religión en tu vida?
Si bien cada vez menos, hay muchas personas para las que la religión es muy importante. Esto no quiere decir que los dos deban creer en lo mismo, pero sí respetar la decisión del otro y convivir con ella.
4) ¿Cómo vamos a manejar nuestros ingresos?
El tema del dinero no debe ser dejado de lado por considerarlo “superficial”. Uno puede estar muy enamorado y pensar que jamás va a discutir por cuestiones de dinero. Pero eso no necesariamente será así siempre, en especial si el dinero es escaso. Para evitar conflictos, lo mejor es conversarlo y establecer claramente cómo funcionará la pareja financieramente.
5) ¿Podrás soportar que haga cosas sin ti?
Si bien al principio uno suele querer estar todo el día con el ser amado, con el paso de los meses y los años, eso puede cambiar y hasta es saludable que lo haga. Por eso, es importante reservar un tiempo para estar sin el otro, saber estarlo, y es fundamental que la otra persona lo acepte y haga lo suyo también.
6) ¿Nos caen bien nuestros padres?
No pasa siempre, pero a veces los suegros pueden ser un motivo de conflicto, por lo que es importante que una pareja sepa qué rol quiere que ellos ocupen. A los padres, uno no los puede obligar a cambiar, pero sí podemos hacer acuerdos sobre qué se va a hacer con esas cosas que no nos gustan de ellos.
7) ¿Qué importancia le das al sexo?
Hay tantos gustos sexuales como personas en el mundo y cada individuo tiene necesidades distintas. Acá lo importante es el diálogo, la sinceridad y la empatía.
8) ¿A qué llamas fidelidad?
¿Ves pornografía? ¿Hablas con tus ex parejas? ¿Coquetear es una forma de infidelidad? Lo mejor es tener las cosas claras desde el principio.
9) ¿Qué te gusta de mí y qué te molesta?
Saber qué valora la otra persona de uno y qué le gustaría que cambies, es muy importante para la convivencia. Después está en uno querer/poder cambiarlo, pero al menos hay conocimiento al respecto.
10) ¿Cómo nos ves en 10 o 20 años?
Si bien existe el divorcio, casarse es proyectar un plan a largo plazo con la otra persona. Pero el hoy no será que el mañana, y es fundamental saber hacia dónde se está yendo. ¿Qué proyecta tu pareja? ¿Qué proyectas tú? ¿Hay similitudes? Un futuro en común implica que cada decisión que tomen apunte para el mismo lado.
Fuente: Rumbos Digital
LR
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