¿Quién no conoce a Alejandro Terán en este estado? Es lo que se define como una persona carismática: La quieres o la odias. También lo llamarían una persona reactiva.
Aspira por segunda vez como candidato a la gobernación del estado Bolívar. Lo hace nuevamente apoyado por el pueblo de Dios: Los evangélicos a través del partido Nuvipa.
Es una persona extrovertida. Espontánea. Con una inteligencia fuera de lo común lo que le ha ganado muchos enemigos. Más que amigos. Esta es una ciudad donde ser inteligente es un delito.
Pero además de inteligente Terán, es un tipo “avión, vivo, rápido” y eso tampoco le gusta a la medianía humana. Es una especie de El Renacido como Leonardo Di Caprio.
Por eso él se lleva mejor con los extranjeros, cuando se trata de trabajo y de amistades.
Tiene una hermosa familia. Para él eso es muy importante. Pero además es un activista de los derechos de la gente.
Siempre, aunque pocas personas lo sepan, le gusta defender casos imposibles pero lo hace muy bajo perfil.
No hace de esa acción una pieza publicitaria. Tiene claro que la caridad se practica, no se pregona.
Es abogado. Esa profesión lo ha obligado a explicar algunas cosas. Siempre dice que le es difícil cumplir con los mandamientos de Dios al ciento por ciento porque es abogado. Por lo menos es honesto.
Ha transitado rutas escabrosas y ha salido indemne. Quizás su fe en Dios lo ha salvado.
Es temido, muy temido porque Alejandro tiene respuesta rápida en la lengua. Pero además percibe a kilómetros las trampas. Hay quienes creen que eso pasa porque las conoce. Cuando se le pregunta se medio sonríe.
Es difícil de llevar. Su gran tamaño, parece un oso ruso, no engaña. No se deja conducir. No es cobarde. Se enfrenta a la gente con total tranquilidad, lo que indica que estás frente a una persona de “armas tomar”.
Tiene un programa de Radio que le valido una gran cantidad de enemigos. En una de esas emisoras lo corrieron porque se atrevió a tocar los intereses del dueño de la radio y es que Alejandro sabe, aprendió en carne propia, que la Libertad de Expresión es más bien la Libertad de Presión.
Es un artista en el micrófono. Tiene una inmensa paciencia para torear a sus compañeros de cabina, que a veces no son tan rápidos mentalmente como él.
Maneja ciertos límites y quiere que las cosas se hagan bien, aunque a veces para ello, haya que transgredir normas. Es cuestión de interpretación, te dice.
Nació en San Félix. Tiene cuatro hijos. Tres varones y una hembra. Tiene dos hermanos más pero el que manda es él. Es hijo de un conocido dentista, ya fallecido, como se le decía antes, ahora se les llama odontólogos, y de la Catira Terán. Nadie conoce a su mamá por el nombre sino por el de la Catira Terán.
Su papá fue una personalidad que dejó una impronta en el muchacho porque siempre lo cita.
Alejandro con un poquito más de 50 años siempre recuerda alguna anécdota del autor de sus días, que por lo poco que revela, parece haber sido una persona muy feliz.
Es abogado, periodista, locutor, profesor universitario; tiene maestría en gerencia en el Iesa y una maestría en la universidad de Nueva York. Trabajó en el Banco Mundial. En fin, es un cuarto bate.
¿Por qué insiste Terán en ser candidato a la gobernación?
La respuesta a esa pregunta debe estar en el origen de su familia. Terán es descendiente de cubanos venezolanos.
Su abuelo fue uno de los que se marchó para no morir en las cárceles castristas pues tuvo el tupé de cuestionar la revolución de Fidel.
Conoce bien el proceso de extrañamiento que la revolución cubana produjo en su país convirtiéndolo en diáspora.
Muchas veces Alejandro se deprime cuando observa que Venezuela vive el mismo proceso que le contaron sus abuelos.
Él podría haberse ido a vivir a Estados Unidos hace tiempo pero se resiste. Hay como una fuerza que lo mantiene agarrado a esta tierra. Cree que si las empresas de Guayana, donde alguna vez trabajó, estuvieran en manos privadas las cosas funcionarían.
Defiende el libre mercado con responsabilidad social y dice que el Estado debe existir como una fuerza que impida que el pez grande se coma al pez chico.
¿Cree Alejandro Terán que va a ganar las elecciones? No mira con buenos ojos a quien se atreve a hacerle la pregunta pero responde ¿Y por qué no ganaría? ¿Acaso los otros candidatos son mejores que yo?
¿Fácil? Alejandro no la tiene fácil. Pero tampoco tiene miedo.
De Política
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