Odebrecht tiene dos historias para explicar la realización de pagos corruptos en Venezuela. Aunque en realidad ninguna lo logra sino que, al contrario, revela la intención del gigante de infraestructura de evadir su responsabilidad corporativa y derivarla hacia sus principales ejecutivos locales, funcionarios y políticos (de diversos partidos) en busca de patrocinio electoral e, incluso, en el propio comandante Hugo Chávez.
Mientras el acuerdo firmado en diciembre de 2016 en los Estados Unidos reconoce abiertamente los sobornos por contratos, una endulcorada confesión del jefe de la constructora en Caracas, filtrada el 31 de julio pasado al diario O Globo, acota los pagos a contribuciones de campañas y explica la profusión de contratos a una estrecha relación de amistad con el desaparecido líder de la Revolución Bolivariana.
El ingeniero Euzenando Prazeres de Azevedo, quien dirigió la operación de CNO desde 1994, concentró su historia en destacar una muy cercana amistad con Chávez que lo obligaba a ir a la sede del gobierno en horas de la madrugada, para atender requerimientes del mandatario. Pero eso le permitía plantear problemas administrativos cuya solución era requerida directamente a cada ministro involucrado por el mismo presidente
Azevedo, cuya cercanía era divulgada generosamente por Chávez, niega que el presidente hubiera planteado alguna contribución, aunque que sí era informado o sabía de las contribuciones de Odebrecht a líderes políticos regionales del PSUV.
El funcionario reveló que los políticos del chavismo que recibieron aportes fueron Diosdado Cabello, Francisco Rangel Gómez, William Lara y Elías Jaua.
Tales pagos no se hacían para ganar obras como una contraprestación, pero Azevedo reconoce que el flujo constante de dinero garantizaba la continuidad de las contrataciones o que no se registraran inconvenientes durante su ejecución.
Sin embargo tal explicación contrasta con la descripción del mecanismo de pagos presentado en el acuerdo con EEUU que precisa que “entre el 2006 y el 2015, ODEBRECHT realizó y causó que se realizaran pagos corruptos por aproximadamente 98 millones de dólares a funcionarios del gobierno de Venezuela y sus intermediarios, con el fin de obtener y retener contratos de obras públicas.”
Agrega que la constructora “solía utilizar intermediarios para negociar contratos, en nombre de la empresa, con funcionarios del gobierno” y no un mecanismo cara a cara como el descrito por Azevedo.
Adicionalmente los pagos se definen claramente como sobornos para asegurar contrataciones y queda muy claro que no eran contribuciones a partidos sino cancelaciones individuales a directivos de empresas públicas.
La historia de Azevedo contempla los supuestos pagos realizados para financiar las campañas de Nicolás Maduro y de Henrique Capriles en las elecciones de abril de 2013.
El monto del aporte para Maduro habría sido de 35 millones de dólares, solicitados por el expresidente del INDER, Américo Mata.
Mientras que a Capriles le entregaron 15 millones tras un encuentro del brasileño con el candidato en su residencia.
Odebrecht también entregó aportes a Manuel Rosales, Antonio Ledezma, Gian Carlo Di Martino y Pablo Perez, segun la confesión de Azevedo.
De Los Tablazos – La Tabla Aserradero de Datos
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