El famoso "rebote" no es otra cosa que someterse a un régimen alimenticio estricto, dejarlo y comenzar a ingerir todo aquello que nos sube de peso, ¿por qué?, estás jugando con tu cuerpo y no se acostumbra.
El International Journal for Obesity, realizado por investigadores en Australia, revela que las personas obesas que hacen dieta por 16 semanas pierden menos peso que aquellos que hacen dieta dos semanas y descansan dos semanas, durante un total de 30 semanas.
Restringir es peor que pausar
Reducir la ingesta de calorías a un modo restrictivo que provoca ansiedad, puede ser peligroso, porque entra en modo "conservación de energía", lo que disminuye la velocidad con que quemas calorías.
Quienes hacen dietas intermitentes no solo bajan de peso, sino que se mantienen a largo plazo, seis meses después de terminar la dieta, el grupo intermitente mantiene el total de su pérdida de peso y quienes se siguen forzando, no pierden más.
Termogénesis
Los investigadores coincidieron en que esto se debe a un fenómeno llamado termogénesis adaptativa, que es cuando metabolismo en reposo, disminuye cuando se reduce la ingesta de calorías.
Este mecanismo de supervivencia hace que los humanos sigamos bien en tiempos de escasez.
Al limitar por mucho tiempo el consumo de calorías, mantienes a raya la reacción de hambre y logras quemar más calorías.
Así que ya no te sientas mal si te das un "gustito" , ¡porque es mucho mejor para tu dieta!
Fuente: salud180 / MF
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