“Comandante malo se queda”. Lo dice un indígena en referencia a un oficial capturado y desarmado por ellos, por ser el presunto autor de la quema de sus casas.
La escena está en un video que Alexandra Henao incluyó en Kuyujani envenenado, película venezolana que denuncia la minería ilegal en la cuenca del río Caura y con la que se inaugura mañana el festival de documentales Documenta, a las 5:00 pm, en la sala de la Cinemateca Nacional en el MBA.
“Es sólo la punta del iceberg. El maltrato a los indígenas es constante”, escribió por e-mail la directora, que vive en Perú.
El título del filme se refiere al envenenamiento crónico por el mercurio que los mineros vierten en el agua de los ríos. No es sino uno de los males que causa la minería, junto con la corrupción que permite la entrada de maquinaria, el contrabando de gasolina, el cobro de vacunas, la prostitución, el trabajo esclavo, la violencia y el paludismo, señala Henao.
https://player.vimeo.com/video/187281582
La película surgió de un proyecto que comenzó como registro de actividades culturales de los yekuana, en 2006. Fue retomado con otro objetivo en 2010, cuando denunciar minería ilegal se convirtió en un problema de supervivencia para ese pueblo y los sanema.
La urgencia de que se sepa lo que ocurre, y que según Henao se agravó desde que comenzó la vigilancia militar pedida por los indígenas, se percibe en la factura de la película.
“El documental no ha sido terminado, de hecho queda abierto porque es la denuncia de un inmenso desastre anunciado, que apenas en su comienzo ya muestra una destrucción enorme”, explica la cineasta, y agrega: “Decidimos estrenarlo por el inicio de las actividades del Arco Minero del Orinoco, en agosto de 2016. En ocasiones este tipo de documentales, que salen por necesidades de la problemática que plantean, son más efectivos en un momento determinado que siendo mostrados como una obra terminada, que pasa a ser solo historia”.
No obstante, hubo cuidado en que la película estuviese narrada desde el punto de vista de los indígenas, aunque sin una voz individual subjetiva, porque eso no es acorde con sus culturas, según la directora.
Henao recalca la gravedad del problema que para ella representa el Arco Minero, sobre el cual se propone alertar con Kuyujani envenenado: “El ecocidio afecta una extensión del tamaño de Portugal, 12% del territorio nacional, y acaba con 16 culturas indígenas. Después de las bombas nucleares, la minería a cielo abierto es el peor cáncer que puede sufrir un ecosistema. Los países del primer mundo lo saben. Por eso está prohibida en sus territorios y se practica en los nuestros. La minería ecológica no existe”. EU
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