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Hernández inicia segundo mandato en Honduras desafiado por ingobernabildad

El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, inicia un nuevo mandato con el desafío de restaurar la gobernabilidad en un país polarizado y con la oposición en pie de lucha por su cuestionada reelección, estimaron analistas.

Hernández inicia segundo mandato en Honduras desafiado por ingobernabildad

El abogado, de 49 años y del derechista Partido Nacional (PN), tomó posesión el sábado en un Estadio Nacional amurallado con cordones militares y policías, mientras en las calles de varias ciudades del país arreciaban las protestas de seguidores de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura.

Con la reelección, Honduras afronta "los efectos de una ambición desmedida de poder de Hernández, su grupo y su partido" , afirmó a la AFP el excomisionado nacional de Derechos Humanos Ramón Custodio.

Añadió que su recién iniciado segundo mandato "no se ha enmarcado en la voluntad soberana del pueblo, sino en un fraude electoral".

Constitucionalmente, Hernández tenía prohibida la reelección pero el poder judicial lo habilitó mediante una cuestionada interpretación de la carta magna.

La reelección de Hernández ha estado rodeada de denuncias de fraude de la oposición, que acusan al Tribunal Supremo Electoral (TSE) de un contubernio con el mandatario para impedir la victoria del presentador de televisión Salvador Nasralla, postulado por la alianza opositora.

- Gobernar un incendio -

AFP / Orlando SIERRA

Un grupo de policías vigila una manifestacione convocada en Tegucigalpa, capital de Honduras, por la Alianza de Oposición Contra la Dictadura para protestar por la reelección de Juan Orlando Hernández como presidente del país, el 27 de enero de 2018

Para el politólogo guatemalteco Renso Rosal, Hernández debe bajar la "escalada de violencia" porque de lo contrario tendrá que ver "cómo gobernar un incendio".

Los opositores encabezados por el expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009, reclaman la victoria de Nasralla en las elecciones del 26 de noviembre.

En un primer conteo con 57% de los votos, Nasralla aventajaba por cinco puntos, pero después de varias interrupciones del sistema de cómputo del TSE, Hernández emergió como ganador.

Enardecidos por el "robo", miles de simpatizantes de la alianza salieron en manifestaciones de protesta, con saldo de más de 30 muertos por la represión policial, según organismos de derechos humanos.

"Nada ha cambiado" con la toma de posesión, "el dictador y el fraude están allí y son ilegítimos. Por lo tanto las razones por las que estamos luchando nos obligan a continuar sin descanso (contra Hernández) hasta su salida definitiva", posteó el expresidente Zelaya en su cuenta de Twitter.

El presidente "puede ganar una elección con la mitad de los votantes pero no puede gobernar si la otra mitad se opone", advirtió Custodio. "Se van a enfrentar dos fuerza paritarias", recalcó.

Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), coincidió en que "se ha consolidado la dictadura sostenida por militares y un grupo pequeño de oligarcas" que "se está imponiendo de forma salvaje contra los manifestantes en las calles".

Desde que asumió en el primer mandato iniciado en 2014, el presidente ha fortalecido a las Fuerzas Armadas con un elevado presupuesto para la adquisición de armas, equipos, vehículos, radares y reparación de aviones bombarderos con apoyo de Colombia e Israel.

- Con la casa dividida-

En su discurso de toma de posesión, el mandatario reconoció que tiene la "casa dividida".

"Me comprometo a desarrollar un proceso de reconciliación entre todos los hondureños, como debe ser. Ese proceso de reconciliación tiene que darse, de hermanos a hermanos. Si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer", reconoció el gobernante.

Hernández y Nasralla enviaron sendas cartas a las Naciones Unidas solicitando el nombramiento de un mediador para acercar las partes a un diálogo encaminado a superar la crisis.

Sin embargo, Nasralla manifestó a la AFP que "la salida es (celebrar) nuevas elecciones".

Recordó que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, fue el primero que propuso nuevas elecciones.

El analista político y profesor universitario salvadoreño, Juan Ramón Medrano, considera que durante el segundo mandato de Hernández "se va a mantener una situación de descontento y confrontación que dificultará la gobernabilidad" aunque "poco a poco se puede ir diluyendo (la protesta) con signos de una dictadura". AFP / RA

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