Los establecimientos de las playas del este han recurrido a alquilar puntos de ventas, recibir pago móvil y transferencias para poder sobrevivir ante la grave falta de efectivo que azota a todo el país. Un toldo con una laptop y un teléfono inteligente para que los clientes hagan el pago ha sido el medio para que los trabajadores de playa San Luis cobren sus servicios.
Buscamos la manera de poder mantenernos de pie, porque actualmente casi nadie paga con efectivo. Es así que hemos podido seguir vendiendo, aunque ya no es lo mismo que antes. Han bajado bastante las ventas”, comentó Victor Stholmes.
“Tenemos tres puntos de venta, pero hemos venido trabajando con la Cámara de Prestadores de Servicios el proceso para la solicitud de más puntos en playa El Yate. Tenemos la posibilidad con el banco Bicentenario y del Tesoro, sin embargo es algo que está en proceso”, aclaró Osmar Meza, presidente de la Cámara de Prestadores de Servicios y comerciante de Playa El Yate.
Agregó que están en trabajo con el Instituto de Cultura y Turismo para que se haga una regulación de precios en las playas en beneficio de los trabajadores y el publico.
Osneiro Blanco, vendedor ambulante de mango, nos relató que su faena diaria es complicada, muchos usuarios quieren comprar el producto pero no tienen efectivo, por lo que mayormente debe recurrir al alquiler del punto de venta. El detalle es que por cada transacción debe pagar el 10% del monto. Por el mismo procedimiento deben pasar los vendedores de rompecolchón.
“Aquí muchas personas ya casi ni alquilan toldos, cuando lo hacen debemos aceptar transferencias y alquilar los puntos de venta pagando el 10% de la venta”, explicó Pedro Duran, Toldero de playa Alí Babá.
Fuente: laverdaddevargas / MF
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