Las adicciones son trastornos psicológicos y físicos que desencadenan en el organismo una dependencia hacia una conducta o sustancia en particular. En el caso de las adicciones a las sustancias, la persona necesita consumirlas porque le producen una sensación placentera o porque se libra de forma temporal de un estado negativo.
Las consecuencias pueden ser muy graves, pues el cuerpo se acostumbra a ese estado y, cuando no consume la sustancia, la pide con ansiedad. Entre esta clase de adicciones se puede mencionar el consumo de drogas, alcohol, cocaína, marihuana o las llamadas drogas sintéticas.
Por otro lado están las adicciones sin sustancias, que presentan otro tipo de características. Aquí pueden citarse la adicción al trabajo, al teléfono móvil, Internet, videojuegos, sexo, compras compulsivas o al juego.
La ayuda psicológica y familiar juega un papel fundamental en el proceso de recuperación. El objetivo es ofrecer apoyo para que la persona se sienta acompañada y preparada para afrontar los desafíos.
Ayuda oportuna
Un alto porcentaje de quienes sufren algún tipo de adicción no reciben la ayuda oportuna para contrarrestar su comportamiento. Otro posible panorama es que ejecuten tratamientos no específicos, que no abarcan el problema en su totalidad.
Con la ayuda adecuada y profesional, todas las personas afectadas pueden superar estos oscuros episodios y llevar adelante una nueva vida. Así lo explica el personal del portal psicologiamadrid.es, en el que los psicólogos tienden una mano a quienes se encuentran en este laberinto.
Los psicólogos de cepsim Madrid afirman que existen adicciones a sustancias, como el alcoholismo, a la cocaína, psicofármacos, etc. que pueden ser tratadas y mejorar la calidad de vida de las personas. Las adicciones con este tipo de productos van por un lado y las adicciones sin sustancia como al sexo, trabajo, Internet, ludopatía etc. van por otro.
Los expertos señalan que cada caso tiene sus propias necesidades. Es decir, se deben establecer programas individualizados a partir de los problemas que presenta cada uno. El resultado será la aplicación de un tratamiento exitoso específico y exclusivo que le permitirá a la persona superar las adicciones.
La adicción a las sustancias es un proceso que va evolucionando en deterioro de la persona que la sufre. En el caso de las drogas, las sustancias pueden ofrecer sensaciones por sí mismas, pero poco a poco se produce cierta tolerancia en el organismo y la persona las termina consumiendo para evitar el malestar que provoca dejarlas de tomar.
Una situación similar ocurre con las conductas adictivas, ya que es la propia acción la que conlleva ese estado placentero. En estos casos, el cerebro libera compuestos endógenos que son asimilados como una recompensa en el sistema límbico.
Con el transcurso del tiempo, el cuerpo se amolda a sentir placer solo de esta forma, por lo que se convierte en la única fuente de satisfacción física.
Abuso del alcohol
La adicción al alcohol es tal vez una de las más extendidas y afecta no solo a la persona que lo consume, sino también a toda la familia. La clave para contrarrestar el problema es atacándolo lo antes posible. El desarrollo del alcoholismo puede presentarse en cualquier etapa de la vida: en la adolescencia, juventud o en la etapa adulta.
La adicción al alcohol genera graves consecuencias en el cuerpo. Las complicaciones orgánicas más frecuentes incluyen hipertensión arterial, daño hepático irreversible, gastritis, aumento de la agresividad, disfunción sexual y la posible aparición de la demencia, entre otras.
Ante la duda de cómo saber si se tiene un problema de alcoholismo, hay que considerar 4 síntomas: la necesidad urgente de beber, no poder detenerse una vez que se ha empezado, el reajuste del cuerpo al dejar de hacerlo y la necesidad de emborracharse. El tratamiento psicológico debe ser especializado y específico, para poder encontrar una solución efectiva al problema.
La persona que sufre este tipo de adicción considera que no hace daño a nadie y que todo el tiempo mantiene las cosas bajo control. Cuando la adicción se hace más fuerte, los familiares y amigos comienzan a alertar sobre el mal comportamiento. Sin embargo, el adicto rechaza todos los consejos y se aferra aún más a la bebida.
También puede suceder que el individuo sea consciente de la situación, pero que no haga nada para revertir el problema.
Hay que recordar que la familia se desempeña como un factor protector que tiene la capacidad de medir la calidad de vida. Si existe una llamada de atención por su parte es porque las cosas no están saliendo de la mejor manera.
Consumo de cocaína
Otra grave adicción es a la cocaína. La adicción a esta droga es un flagelo que afecta cada vez a más personas. Las consecuencias no son solo a nivel físico, sino también psicológicas, relacionales y sociales.
Los psicólogos de Cepsim Madrid indican que con un tratamiento adecuado puede controlarse y superarse. Es habitual que quien la consume justifique su actuación alegando que su uso mejora el rendimiento en el trabajo, que solo es para los fines de semana o que lo hace porque sus amigos también lo efectúan.
El consumidor piensa que tiene la situación controlada; no obstante, se trata de un problema que a menudo genera crisis personales.
Para superar la adicción se requiere un apoyo psicoeducativo a la familia, que acompaña al adicto en el proceso de recuperación, seguimiento psiquiátrico y la participación en grupos.
Trabajo y más trabajo
Una adicción sin sustancia es al trabajo. Quien padece esta adicción coloca sus funciones laborales en el centro de su vida, por encima de la familiar. Las características de la adicción al trabajo incluyen distanciamiento de la pareja, poco contacto con los hijos, escasa vida social y el abandono de las amistades.
Existen tratamientos psicológicos con alta eficacia señalan los especialistas de Cepsim Madrid para revertir la situación.
Las adicciones pueden tener múltiples caras, pero con la ayuda de los profesionales es posible encontrar la luz al final del túnel para salir de este laberinto.
NP/MA
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