Francia vivió el pasado viernes un nuevo drama, con el último atentado en nombre del EI que se cobró la vida de cuatro personas, incluido un gendarme que se sacrificó para detener a Radouane Lakdim, atrincherado en un supermercado.
El viernes 23 de marzo, brilla el sol en la llanura entre el Mediterráneo y la ciudadela medieval de Carcasona, en el sur de Francia. No lejos de este lugar visitado por más de dos millones de turistas al año, un hombre mata, entre las nueve y las diez de la mañana, un pasajero de un auto, Jean Mazières, un viticultor jubilado, e hiere gravemente a su conductor portugués antes de robar el vehículo, un Opel Corsa.
A las 10H25, las cámaras de vigilancia de la ciudad de Carcasona graban el paso del Corsa frente al cuartel del tercer regimiento de Paracaidistas de Infantería de Marina, donde se hallan dos militares del dispositivo antiterrorista.
El auto retoma su camino y se coloca a la altura de cuatro policías que regresan de correr cerca de su cuartel. El hombre dispara seis veces por la ventana e hiere a uno. La bala pasa a varios centímetros del corazón, según su hermano.
El asaltante se dirige hacia Trèbes, localidad de 5.700 habitantes a 8km al este de Carcasona. A las 10H39, entra en un supermercado Super U al grito de "Alá Akbar" y mata inmediatamente cerca de las cajas a un empleado, Christian Medves, responsable de carnicería, padre de dos hijas, así como a un cliente, Hervé Sosna, un albañil jubilado.
Los clientes y empleados son evacuados, pero el atacante retiene todavía a una mujer como rehén, de la que se sirve como escudo humano.
- Movimiento salafista -
El ministerio del Interior revela la identidad del atacante: Radouane Lakdim, un francés de 25 años nacido en Marruecos, fichado por radicalización desde 2014 debido a supuestos vínculos "con el movimiento salafista". Habitante de Carcasona, se ha presentado en el supermercado como "soldado" del grupo yihadista Estado Islámico.
En Trèbes, el Super U es acordonado por los gendarmes y el Grupo de élite de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN). Los niños son confinados en las escuelas. La ciudadela de Carcasona es evacuada.
El teniente coronel Arnaud Beltrame, número 3 del agrupamiento de gendarmería del Aude, departamento que engloba Carcasona, se ofrece voluntario para tomar el lugar de la rehén.
En la sala donde se halla la caja fuerte, el gendarme inicia una negociación con Lakdim que exige la liberación de Salah Abdeslam, único individuo en vida de los relacionados con los atentados del 13 de noviembre de 2015 (130 muertos), encarcelado en región parisina.
El gendarme ha dejado su teléfono móvil abierto: a las 14h16, tres disparos retumban en el interior de la tienda, lo que desencadena el asalto del GIGN, que abate a Lakdim. Dos gendarmes resultan heridos.
En la tienda, se hallan municiones, un cuchillo de caza, una pistola y tres artefactos.
Arnaud Beltrame sufre heridas no letales por bala y una gravísima en la laringe y la tráquea por arma blanca. El oficial, de 44 años, casado, sucumbe a sus heridas el sábado por la mañana.
- "Cayó como un héroe" -
"Cayó como un héroe", declara Emmanuel Macron, que presidirá un homenaje nacional el miércoles en los Inválidos, monumento parisino donde está enterrado Napoleón. El papa Francisco saluda "el gesto generoso y heroico" del gendarme.
La investigación debuta de inmediato. Lakdim, que pasó un mes en la cárcel en 2016 principalmente por "porte prohibido de un arma", era objeto de seguimiento por parte de los servicios de inteligencia, pero no se había detectado ningún elemento precursor de paso al acto terrorista, según el fiscal de la República de París, François Molins.
En su domicilio de Carcasona, se hallan unas notas que podrían ser un testamento y que hacen alusión al grupo Estado Islámico.
Su pareja, de 18 años, también seguida por las autoridades y considerada "convertida", es detenida el viernes por la noche. Grita entonces "Alá Akbar", pero "niega haber estado asociada al proyecto mortífero de Lakdim", según Molins. La mañana de los atentados, había publicado una sura prometiendo el infierno a los infieles.
Un amigo de Lakdim, de 17 años, se halla también en prisión preventiva. Niega cualquier vínculo con el atentado.
AFP/OS
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