Precios de productos “bachaqueados” en los mercados populares continúan en ascenso y la población venezolana se ve afectada por ellos y por la escasez de efectivo que se convierte en un “castigo” que deben pagar con débito o transferencia al doble o a triple del costo del artículo que desean comprar.
Un trabajo periodístico publicado por el diario Panorama muestra como la hiperinflación borra los costos escritos en pizarras acrílicas y hace cambiar los cartones de los mercados populares para reemplazarlos con precios, de diversos rubros, que “ahogan” gritos. El queso, uno de los productos más consumidos por el zuliano, encabeza la lista de los más costosos.
En Las Pulgas, un kilo de queso llega a sobrepasar el millón de bolívares, todo depende del método de pago. A cielo abierto, el kilogramo oscila entre Bs. 350 mil y los 370.000 bolívares solo si el pago es con billete en mano. Si es con tarjeta o transferencia, el costo se triplica, llegando a los Bs. 900 y un millón.
“Ya no se va a poder comprar el queso. En mi casa si no hay sufrimos, porque es con lo que rellenamos las arepas en el desayuno y el pan en la cena, no dura nada. Sale más caro comprarlo que lo que dura”, dijo Aura Jiménez, del sector La Florida.
Lo mismo pasa con la carne. Una atractiva oferta de Bs. 200.000 por kilo de carne molida, pierde ilusión cuando se sabe que es sólo “en efectivo”, pues con punto, roza los 500 mil bolívares.
La lista continúa con frutas, verduras y hortalizas que también sufren el alza. Desde limones que pasan los Bs. 200 mil hasta la yuca, que triplica su precio desde los Bs. 13 mil, en billetes, a los 60 mil bolívares por transferencia.
“Hasta los limones aumentaron, están pidiendo 250 mil por el kilo. No hay verdura barata. La remolacha cuesta 200 mil”, exclamó Luis Mercado.
En Santa Rosalía, el kilo de zanahoria, tomate y pimentón están en Bs. 100 mil cada uno, mientras que la papa y la cebolla se alejaron del cien, pues el kilogramo se vende en Bs. 140.000 y 120.000, respectivamente. La auyama, preferida por su bajo costo, se salió del bajo presupuesto y alcanzó los Bs. 60 mil, al igual que la lechuga y el repollo.
“Nosotros veníamos a comprar las verduras pero están carísimas y el queso ni hablar, pasó ya del millón de bolívares. Nos vamos por eso, no nos da la base para comprar aquí. Vamos a ver en dónde vemos los productos más económicos”, dijo decepcionado, Juan Pérez, acompañado de su esposa e hija.
También los frijoles y caraotas subieron a Bs. 70 mil y el maíz, tanto blanco como amarillo, en 45.000 bolívares por kilo, se perdieron de vista también, pero basta con pedir cancelar en tarjeta de débito para que se tripliquen las cifras.
Otros montos “con efectivo” se encuentran en el casco central marabino, donde el tomate se vende en Bs. 30.000 y la papa en 50.000, la auyama en 30 mil bolívares y la yuca varía desde los Bs. 10.000 hasta los 15 mil y las ramas en 10 mil bolívares.
Entre cifras de artículos que superan al salario mínimo, ubicado en Bs. 392.646 al mes, es posible preguntarse cómo se las ingenia el marabino para adquirir los alimentos y tener una dieta balanceada, en la que incluya frutas, verduras, hortalizas y proteínas.
Fuente: Panorama
RA
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