A todas nos ha pasado. En los primeros meses de una relación todo lo que queremos es estar con nuestra pareja, el impulso sexual es fuerte y soñamos con que llegue el fin de semana para relajarnos con una noche de películas, (que ya sabemos como terminará).
Después del año, comenzamos a notar otros aspectos, valoramos la compañía de la pareja, pero ya no soñamos con arrancarle la ropa e irnos encima o quizá si lo hacemos, pero con menor intensidad que al inicio.
Conforme va pasando en tiempo la situación crece y se hace cada vez más notoria, quizá te des cuenta que tu cuerpo ni siquiera responde de la misma manera que en los primeros fajes, sin embargo, como tampoco queremos romper la relación, de vez en cuando accedemos a tener relaciones sexuales, pero casi sin nada de ganas… pero se vuelve un círculo del que no podemos escapar y se convierte en sexo por compromiso.
Sexo porque “me duermo a tu lado y no me queda de otra”, aunque SÍ, sí te queda de otra. Aunque es una situación complicada, se puede resolver con una buena comunicación ya sea para arreglar las cosas o terminarlas si ambos creen que no hay solución. Por ello, te dejamos algunas recomendaciones para que no vuelvas a tener sexo por compromiso.
Di lo que sientes
Cuéntale a tu pareja que ya no sientes lo mismo al tener intimidad con él, quizá el sienta lo mismo y puedan intentar hacer tantas cosas nuevas en el sexo como su imaginación lo permita y regresarle la chispa de antes.
Termina la relación
Si ya intentaron de todo, pero nomás no funciona, sal de la relación. Piensa que el sexo es una parte fundamental en la vida de una pareja y que, sin él, será difícil llevar la convivencia, aunque no imposible. Lo que, si es de pensarse, es que, si consideras tener una vida a su lado y desde ahora no estás contenta con ese aspecto, probablemente nunca lo estarás.
¿Has estado en una situación similar? ¿Qué harías?
Fuente: actitudfem / MF
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