La crisis en el país, reflejada en la poca participación y el desgano, apago la quema de judas, una de las principales tradiciones venezolanas para despedir la Semana Santa que solía estar vinculada a la política con la denuncia de “quienes traicionaron al pueblo”.
Este año eta tradición desapareció de gran parte de la ciudad de Caracas; donde solo fue posible ver la quema de Judas “en una incineración de un monigote de 4 cabezas en la Candelaria y en el Cementerio con el muñeco de trapo que tradicionalmente la familia Loaiza regala a la comunidad desde hace 77 años”.
Para la psicóloga social Yorelis Acosta, y según pudo recoger el equipo de prensa de El Nacional, se debe a que “la gente no está participando en actividades políticas. La quema del Judas está relacionada con este tema y ya no hay ánimo” afirmó.
En sectores de La Vega, Catia, La Castellana y Los Ruices, donde cada año se quemaban a los políticos oficialistas no hubo gente en las calles. Solo algunos niños pedían dinero para prenderles fuego a sus muñecos.
La psicóloga social afirma que “las protestas terminaron de derrumbar el estado de ánimo de la gente, se perdió la esperanza y aumentó el descrédito de los políticos. Asumo que se creó un desánimo general. Eso se traduce en un repliegue y en cero participación del ciudadano en la calle. Esto debemos verlo como un recogimiento de personas para recuperar fuerzas, reflexionar sobre lo que ha sucedido y planificar nuevas acciones”, agrega.
Fuente: El Nacional
RA
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