La incertidumbre electoral en Brasil, que en octubre celebrará las elecciones presidenciales más imprevisibles de las últimas décadas, dificulta la recuperación de la mayor economía de Sudamérica, alertó la patronal de los industriales en un informe divulgado hoy.
La Confederación Nacional de la Industria (CNI) explicó en el informe que decidió mantener su proyección para el crecimiento de la economía brasileña este año en el 2,6 % al admitir que, por la incertidumbre electoral, la recuperación económica será más lenta que lo esperado.
La previsión de crecimiento de los industriales es inferior a la del Gobierno, que espera una expansión del 3 % en 2018 que consolide la recuperación tras una de las recesiones más profundas en la historia del país.
La economía brasileña creció 1 % en 2017, con lo que puso fin a la recesión de los dos años anteriores, en los que se registraron retracciones del 3,5 % en 2015 y del mismo porcentaje en 2016.
Pese a que el Gobierno y varios economistas esperaban que la recuperación se consolidase en 2018 con una expansión más acentuada, el gremio de los industriales reconoció que, "ante la incertidumbre generada por las elecciones y el ajuste de las cuentas públicas", solo se puede esperar un "moderado desempeño de la economía brasileña este año".
Según diferentes analistas, el encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, líder de todos los sondeos electorales, y la multiplicación del número de candidatos, con 16 confirmados hasta ahora, hacen de las elecciones presidenciales de octubre las más imprevisibles desde que el país recuperó la democracia en 1985.
Pese a que Lula es el favorito para vencer las elecciones, aún no se sabe si podrá disputarlas ya que comenzó a cumplir una condena de 12 años de prisión por corrupción que lo inhabilita electoralmente, aunque el Partido de los Trabajadores (PT) alega que recurrirá a todas las instancias para poder inscribir su candidatura.
Igualmente por tratarse de un año electoral, el Gobierno suspendió la tramitación en el Congreso del proyecto con el que propuso reformar el régimen de pensiones y jubilaciones, considerado vital para sanear las cuentas públicas del país, así como otras medidas destinadas a reducir el gigantesco déficit público.
"La principal causa de la débil reacción de la economía este año es la indefinición sobre el ajuste permanente de las cuentas públicas. Además del aplazamiento de la reforma a las jubilaciones, la falta de definición del escenario electoral es otra fuente de incertidumbre sobre el ajuste fiscal", según la CNI.
El Informe Coyuntural de la patronal advierte que el gran desafío de Brasil es aumentar la productividad y que eso requiere, entre otras medidas, "equilibrio fiscal, reforma a las jubilaciones, reforma tributaria, disponibilidad de créditos a largo plazo, reducción de la burocracia, seguridad jurídica y modelos de regulación eficientes".
Todas esas medidas dependen del presidente que venza en las elecciones de octubre.
En ese contexto, la Confederación espera que la producción industrial tan solo aumente un 3 % este año y que ayude a la economía a crecer un 2,6 %.
La patronal también espera que las inversiones productivas en el país aumenten un 4 % y que el consumo de las familias se expanda un 2,8 %.
Esa recuperación permitirá que el desempleo disminuya y que la tasa promedio de paro este año se ubique en cerca del 11,8 %. EFE
ST
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