Los ajustes de cuentas y el crimen organizado se invitaron a las elecciones presidenciales de Montenegro, que dan pie a la oposición para atacar al prooccidental Milo Djukanovic, favorito en las encuestas para la primera vuelta del domingo.
Djukanovic dirigió el país sin interrupción durante un cuarto de siglo, pero se hizo a un lado luego de las legislativas de octubre de 2016.
Ahora, con 56 años, regresa al ruedo con la intención de acercar al país a la Unión Europea, luego de que en 2017 adhiriera a la OTAN.
Milo Djukanovic quiere confirmar su estatuto de "líder" de Montenegro, de ser posible en la primera vuelta, una hipótesis creíble según los sondeos. En caso de victoria, la presidencia honorífica que ocupa Filip Vujanovic, se convertirá en la verdadera sede del poder de este pequeño país de 620.000 habitantes.
Pero para aspirar ingresar en la UE, la Comisión Europea insiste sobre la necesidad de continuar la lucha contra el crimen organizado.
El hampa se invitó a la campaña electoral con coches bomba y asesinatos en las calles. Unas 20 personas murieron en los últimos dos años, de las cuales cuatro son víctimas que no tenían ningún vínculo con el crimen organizado.
"Creó el caos"
La oposición saca provecho de este clima y acusa a Djukanovic de estar vinculado al crimen organizado.
"Como presidente haré todo lo que esté en mi poder (...) para dar a las fuerzas de seguridad todos los poderes necesarios para que protejan a los ciudadanos de los que ponen en peligro sus vidas", dijo en un mitin Djukanovic, que ya fue una vez presidente (1998-2003) y seis veces primer ministro.
Una promesa acogida con ironía por sus adversarios. "No puede ser la solución ya que es el que creó la inestabilidad y el caos que se constata en las calles de Montenegro", dijo Mladen Bojanic, tercero en intención de voto.
Bojanic, apoyado por la mayoría de los partidos de oposición, prorrusos o no, destacó que "el problema es que no sé de qué lado está" Djukanovic.
Para un pequeño candidato, el prorruso Marko Milacic, el favorito de los comicios es "el mayor responsable de la situación del Estado, desde las calles ensagrentadas a la política exterior pasando por una economía en ruinas".
El desempleo es superior al 20% de la población activa.
En este contexto el debate entre ser prooccidental o prorruso no está en el centro de las preocupaciones. "Esa gente y esos programas están gastados. Nadie propone soluciones a nuestros verdaderos problemas, la caída del nivel de vida, el desempleo, la emigración de los jóvenes", resume Milan, un estudiante de 23 años que no da su apellido.
Para Djukanovic, esta elección entre Bruselas y Moscú es sin embargo crucial para saber "si Montenegro permanecerá en el camino del desarrollo".
Las legislativas de 2016 estuvieron marcadas por el arresto de una veintena de militantes anti-OTAN acusados por las autoridades de haber fomentado un golpe de Estado. AFP / RA
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