La situación económica es cada día más adversa para cualquier trabajador promedio en la zona sur, donde la opción de ejercer la minería siempre es una de las más buscadas.
En la actualidad no es extraño ver hasta a más de 100 personas dentro del cauce del casi seco río Yuruari, en la búsqueda del tan preciado oro, como una opción viable para “redondear” el ingreso mensual; el cual solo cubre los gastos básicos de pocos días.
“Con un sueldo nadie vive, una quincena de 400 mil bolívares no da ni para un pollo”, explicó Luis Saggio quien señaló ser “bateero”, que se refiere al método rudimentario de búsqueda del oro en las aguas del río.
Con solo entrar a la población de El Callao, es más que evidente la presencia de mineros en zonas donde las aguas del río tienen menos de dos metros, con lo cual se evidencia la necesidad de muchos habitantes de la zona sur, mientras el aumento del precio de la canasta básica e inflación general siguen “golpeando” el bolsillo.
Opción frente a la crisis
Habitantes de los municipios del sur se las ingenian al igual que Saggio en generar un mayor ingreso, tomando en cuenta que todo trabajador quien no dependa de dinero por concepto de oro debe enfrentarse a diario a costos que superan ampliamente cualquier ingreso mensual.
La presencia de los llamados “bateeros” es más frecuente durante las fechas del verano, tomando en cuenta el bajo nivel del río Yuruari, lo cual permite que se abran huecos con la esperanza de conseguir algunos puntos de oro, el cual en gramos ya cuesta más de 20 millones al ser analizado químicamente.
Autoridades civiles y militares no han ejercido algún tipo de control en este tipo de prácticas mineras.
Práctica depredadora
Recientemente fueron ubicadas varias “bombas” en el cauce del río, las cuales representan la llamada práctica minera “depredadora”, que afecta directamente el entorno ambiental; la cual ha sido rechazada por los movimientos ambientalistas debido al uso de mercurio.
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De Regiones – Primicia
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