Casi todas las mujeres amamos la sensación de estrenar un nuevo par de zapatos, una bolsa o una blusa, lo preocupante es cuando esta actividad inofensiva se convierte en una dañina. Ser compradora compulsiva va más allá de querer darse un lujito de vez en cuando.
El Trastorno de Consumo Compulsivo (TCC) es un hábito incontrolable, que, tiende a hacer sentir culpa a quienes en cada salida gastan y no pueden evitarlo. La frustración se hace aún más grande cuando, aún teniendo el producto nuevo continúan sintiéndose mal consigo mismas.
Las causas de ser un comprador compulsivo van desde la baja autoestima, estrés, depresión hasta trastornos de personalidad.
La única forma de saber si eres una compradora compulsiva o solo te gusta consentirte, es acudiendo a un psicólogo, peeero si tiene la sospecha de que en efecto, lo eres, lee las siguientes señales y se te identificas con la mayoría, ¡aguas!, podrías estar en riesgo.
-Te sientes mal si un día no compraste algo
-Tienes varias prendas y accesorios sin estrenar, incluso con etiquetas o en cajas.
-Adquieres cosas que sabes no utilizarás, pero sientes que las necesitas.
-Cuando hay descuentos en una tienda, ‘aprovechas’ y compras prendas aunque no te gusten.
-Te endeudas con tal de adquirir un producto.
-Sientes culpa al comprar.
No solo las mujeres sufren del trastorno de consumo compulsivo, también los hombres son propensos a sufrirlo, simplemente los objetos de deseo cambian. Ellos pueden desear tener el mejor celular hoy, pero al adquirirlo, dejan de sentirse cómodos con él.
Si sientes que eres una compradora o comprador compulsivo, identifica qué es lo que te hace sentir inconforme, sino puedes descubrirlo, no dudes en buscar ayuda médica.
Fuente: actitudfem / MF
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