Suecia empezó a aplicar este domingo un impuesto ecológico sobre el transporte aéreo, aprobado por la mayoría de la población.
"El objetivo de la tasa es minimizar la huella climática de los aviones como consecuencia de un fuerte aumento del número de viajeros en avión", escribe en el periódico Dagens Nyheter (DN) la ministra de Medio Ambiente y portavoz de Los Verdes, Isabelle Lövin.
La tasa, de entre 60 y 400 coronas (5,8 y 38,8 euros) por viaje según el destino, se aplica a todos los viajes en avión que salen de un aeropuerto sueco.
Solo están exentos los niños menores de diez años, la tripulación, los viajeros que hacen escala hacia otro destino y los viajeros en tránsito, bajo condiciones.
Según un sondeo publicado el 25 de marzo por DN, el 53% de los suecos son favorables al impuesto. AFP / RA
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