Cartones y sabanas improvisad son el único recurso de colombo-venezolanos que llegan a esperar hasta 7 días en las calles del vecino país, sin dinero, ni comida para tratar de obtener la cédula colombiana.
Se trata de un trámite destinado a los hijos de padre o madre colombianos, en su mayoría hijos de emigrados que en otra época fueron a vivir a Venezuela debido a los conflictos sociales y económicos que afectaron a Colombia.
Para ello la Registraduria Nacional del Estdo Civil de Colombia han habilitado diversos puntos y realizado operativos especiales para tratar de descongestionar sus sedes; pero la demanda de hijo de migrantes venezolanos no para de aumentar.
Roque Martinez, delegado asignado de la Registraduría Nacional para el Departamento del Norte de Santander, asegura que durante el operativo especial que se habilito a principios de febrero se atendían a 500 personas por día, sin lograr resolver de forma concreta el problema humanitario de quienes realizan el trámite.
Martínez califica esta situación como una emergencia nacional y sostiene que ante la necesidad de realizar estas jornadas especiales “era un espectáculo grotesco ver personas durmiendo en las calles dos, tres días sin cambiarse, bañarse o comer. Era tecnológica y humanamente imposible”.
Sin embargo los operativos especiales no han sido suficientes y el éxodo de colombo-venezolanos no para de aumentar en cada operativo establecido.
Fuente: El Nacional
RA
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