Zimbabue celebró hoy el trigésimo octavo aniversario de su independencia con la destacada ausencia del derrocado ex presidente Robert Mugabe, quien, por primera vez en la historia del país, no acudió a esta ceremonia.
A pesar de la ausencia de un Mugabe que, tras 37 años en el poder, fue derribado por un golpe militar en noviembre de 2017, acudieron los líderes de otros partidos opositores, algo que contrasta con anteriores celebraciones, dominadas exclusivamente por la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) de Mugabe.
Su antiguo aliado y ahora sustituto en la jefatura de Estado, Emmerson, habló ante las decenas de miles de ciudadanos que acudieron al Estadio Nacional de Deportes de la capital, Harare, para pedir a los líderes políticos que "dejen a un lado la violencia política y el discurso de odio" de cara a las elecciones que se celebrarán este año.
"Reclamo a todos los líderes de los partidos políticos que escuchen la llamada de nuestro himno nacional y sean ejemplares", dijo Mnangagwa.
El presidente reiteró hoy su invitación a los observadores internacionales, expulsados hace años por Mugabe, para los comicios, que deben celebrarse antes del final de julio, y aseguró que su Gobierno ha aprobado "medidas para que las elecciones sean libres, justas y creíbles".
El público aplaudió entusiasmado ante el desfile de la Policía, el Ejército y las Fuerzas Aéreas, especialmente cuando cuatro aviones militares sobrevolaron el recinto.
Mnangagwa prendió una simbólica llama de la independencia mientras los asistentes juntaban pequeños carteles para formar un gran retrato del jefe de Estado.
"Pensemos en nuestro país a lo grande. Nada es imposible, Zimbabue debe alzarse y volver a ser grande", dijo.
El mandatario, de 75 años, también tuvo tiempo para abordar los problemas a los que se enfrenta el país, como el aumento de los precios y la falta de liquidez.
"Mi Gobierno -subrayó- es consciente de estos problemas causados por la falta de efectivo. Este problema es importante y no se puede resolver de un día para otro".
Zimbabue sufre una grave crisis económica causada por una hiperinflación que comenzó en 2008 y se llevó por delante hasta la propia moneda nacional. EFE
ST
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