El Gobierno de Nicaragua insistió hoy en "los impactos negativos" sobre las cuentas del país de los bloqueos en las carreteras, registrados en el marco de las protestas en contra del presidente Daniel Ortega.
El Ejecutivo, a través de su portal oficial, El 19 digital, recordó por medio de una información "los impactos negativos en la economía nicaragüense" que generan estas "acciones desestabilizadoras".
De acuerdo con la información, los denominados como "tranques" en Nicaragua, provocan "desabastecimiento" por la escasez y su afectación al bolsillo, "pérdida de empleo" derivada de los perjuicios económicos en todos los sectores productivos, y una "violación a la libre circulación" al impedir a la población realizar sus actividades.
También repercuten sobre la "imagen del país" con la pérdida de inversión y el desempleo que conlleva, un "riesgo a la vida" por la tensión que genera, y un estado de "ansiedad" en la población.
Los bloqueos en las carreteras permanecían en la mañana de hoy en los departamentos de Matagalpa y Río San Juan, así como en los municipios de Juigalpa, La Trinidad y Diriamba.
El presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes, anunció ayer que la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua generará la pérdida de 58.300 empleos y una revisión a la baja de la meta de crecimiento, que se situará entre el 3 y 3,5 por ciento.
El funcionario indicó que la economía acumula una merma de 258,9 millones de dólares y apuntó a una desaceleración por la falta de comercialización.
El dirigente también reconoció que el sector turismo será el más afectado por la crisis con unas pérdidas de 185 millones de dólares y que las exportaciones sufrirán una disminución de 270 millones de dólares.
Previamente, en la segunda ronda del diálogo nacional, el Gobierno trató de convencer al resto de interlocutores para desmontar los bloqueos en las carreteras, aunque la propuesta no prosperó.
"No hay consenso en el tema", dijo el obispo Rolando Álvarez, después de que el Gobierno no lograra ponerse de acuerdo en este tema con el sector privado, la sociedad civil y los estudiantes universitarios.
"Qué lástima, deberíamos considerarlo (la suspensión de los bloqueos) con espíritu humanitario para los nicaragüenses, para la estabilidad, la paz, seguridad, convivencia, para terminar con la tensión es medular", indicó el canciller Denis Moncada.
El representante de las zonas rurales, Medardo Mairena, afirmó que los bloqueos no se pueden quitar porque su objetivo es "la renuncia de (Daniel) Ortega".
"Por lo tanto, no podemos decirles a los campesinos que los levanten, lo único que tenemos es la calle, porque ustedes nunca quisieron escuchar al pueblo", dijo.
El rechazo al fin de los bloqueos también es un tema de seguridad para evitar que la Policía Nacional y fuerzas paramilitares ataquen a los manifestantes, tanto en las universidades como en los barrios y ciudades.
Nicaragua cumple hoy 35 días de una crisis que ha dejado 76 muertos, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. EFE
ST
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