Los problemas en el metabolismo, el exceso de peso y una mayor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares son solo algunas de las consecuencias de la vida sedentaria, tan difundida en la actualidad.
En este marco, las caminatas aparecen como una propuesta sencilla, accesible (y gratuita) para contrarrestar los efectos de pasar tantas horas sentados. Ahora bien: ¿cuántos pasos deberías dar para comprometerte con una vida sana?
¿10 mil es el número de oro?
Suele pensarse que 10 mil es la cantidad de pasos que deberíamos caminar todos a diario para mantenernos saludables. Pues resulta que esta cifra tiene mucho más de marketing que de verdad. En la década del 70 se inventó en Japón un dispositivo llamado manpo-kei que permitía contar los pasos, y su traducción literal era «el medidor de los 10 mil pasos». Resulta que este número tiene un significado relevante en la cultura japonesa y fue por eso (y no por razones médicas) que se lo asoció con esta cifra. Algunos estudios sugieren que en realidad la cantidad de pasos que deberíamos dar por día es de 15 mil.
Los pasos de la vida sedentaria
De acuerdo con investigaciones recientes, caminar menos de 5 mil pasos al día equivale a una vida sedentaria. Agregar en principio unos 3 mil pasos al día ya daría un total de 8 mil, es decir, una cantidad más saludable que los iniciales 5 mil. Por supuesto, para ver sus efectos reales deberíamos caminar esos 3 mil pasos con una velocidad más alta que la normal e ir incluso aumentando la velocidad a medida que pasan las semanas. Si logramos cumplir con este objetivo, quizás no haga falta ni siquiera llegar a 10 mil porque esos 8 mil ya cubrirían en cantidad e intensidad los requerimientos necesarios para mantenernos saludables.
Sobre los dispositivos para contabilizar los pasos
Los aparatos que tienen como función principal contabilizar los pasos que damos son, por fortuna, mucho más precisos que los que cuentan las calorías. Lo positivo de estos aparatos radica no solo en el hecho de que sabes cuántos pasos diste, sino en el entusiasmo que genera ir viendo avances día a día. Pero, a decir verdad, no precisas uno para salir a caminar. Lo mejor sería, en todo caso, que fijes un tiempo (media hora, por ejemplo) y te muevas todo lo posible en ese rango. Llegarás mucho más lejos de lo que imaginas.
Cualquier motivo que nos levante de la silla y nos impulse a mover el cuerpo es válido. Las caminatas son un ejercicio fácil que muchos podemos realizar a diario. No tienes por qué salir expresamente para caminar, puedes ir al trabajo caminando o sacar a pasear a tu perro un rato más.
Fuente: vix / MF
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