En el año 2001, el científico e intelectual australiano, profesor Paul Zimmet, Académico de Honor de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) de España, acuñó el término “diabesidad”, el cual define la presencia simultánea en un mismo paciente de obesidad y diabetes tipo 2, dos patologías que, por separado, cada una presenta un nivel de prevalencia extremo, hasta el punto de ser consideradas epidemias; ambas son responsables de la aparición de una serie de trastornos de considerable seriedad, pero cuando se presentan juntas en un mismo individuo, el riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares se eleva exponencialmente. Aún más, la diabesidad, como entidad individual, ya se considera una epidemia, dado el alarmante número de personas que la padecen, de las cuales una gran cantidad son niños.
En efecto, en el marco del 7º Congreso de Diabesidad, la presidenta de la Sociedad Española de Diabetes, la doctora Anna Novials, señaló que de cada diez personas que padecen diabetes tipo 2, nueve presentan igualmente sobrepeso u obesidad, por lo cual se hace necesario considerar a la diabesidad como una enfermedad en sí misma.
“En personas con sobrepeso u obesidad, el consumo de alimentos ricos en carbohidratos genera una sobrecarga de trabajo para el páncreas, lo que produce su debilitamiento y, en última instancia, una escasez de insulina. Esto deriva en hiperglucemia crónica y, por lo tanto, en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Y precisamente la diabetes representa un mayor riesgo de desencadenar enfermedades cardiovasculares”, explicó la especialista, quien añadió que la obesidad y la diabetes juntas son “una peligrosa combinación desencadenante de numerosas patologías”.
Esta información es compartida y comentada por la Fundación Torres-Picón, activa internacionalmente en labores de divulgación preventiva en salud.
El evento, el cual fue organizado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Diabetes (SED), con el apoyo de Novo Nordisk, tuvo lugar en Madrid los días 8 y 9 de junio, con el propósito de poner al alcance de los profesionales de la salud información amplia y detallada sobre los más recientes avances en materia de fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la diabesidad, así como esclarecer dudas y responder interrogantes sobre el tema.
Durante su intervención, la doctora Irene Bretón, presidenta de la SEEN, hizo énfasis en que la obesidad es, en efecto, una enfermedad, pero que “no siempre se considera como tal o no se reconoce su importancia, tanto en las administraciones como por parte de la ciudadanía”. En este sentido, insistió la doctora en que la obesidad “no se ve como una enfermedad devastadora, que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además de un deterioro evidente de la calidad de vida. Hay estudios que observan que las personas con formas graves de obesidad pueden perder entre diez y doce años de vida”.
Por su parte, el doctor Francisco Tinahones, presidente de la SEEDO, advirtió que la frecuencia de la aparición combinada de obesidad y diabetes tipo 2 en pacientes cada vez más jóvenes se ha incrementado en forma alarmante en los últimos tiempos. “Estamos viendo adolescentes obesos con diabetes tipo 2, algo impensable hace años”, advirtió.
Los expertos están de acuerdo en que “es necesario considerar a la obesidad como una enfermedad y que cuente con un abordaje integral mediante la prevención y el tratamiento”.
SE INCREMENTA EL RIESGO CARDIOVASCULAR
Recordó la doctora Novials que entre los muchos trastornos que pueden surgir como consecuencia de la obesidad se encuentran las enfermedades cardiovasculares, “por eso, es importante prevenirla y con ello el desarrollo de diabetes tipo 2, la cual también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular”; en tal sentido indicó que el riesgo de desarrollar patologías de origen cardiovascular es tres veces mayor en pacientes que sufren diabetes tipo 2, en comparación con personas que no padecen esta enfermedad.
Explicó el doctor Tinahones que “esto se debe a que la diabetes es una enfermedad metabólica que tiene una relación directa con la enfermedad cardiovascular lo que convierte a esta, la enfermedad cardiovascular, en la principal causa de muerte de las personas con diabetes. Es decir, la obesidad no es un problema estético. La misma empeora la calidad de vida y provoca numerosas patologías, entre ellas la diabetes”.
Con respecto a la importancia de la alimentación en la prevención de la obesidad, la doctora Bretón insistió en que “hay que aprender a comer mejor, no es sólo cuestión de comer menos”.
En este sentido, señaló que “tenemos que adaptar las calorías que ingerimos a lo que vamos a gastar y mejorar la calidad nutricional de nuestra alimentación, en base a la dieta mediterránea. Es el patrón dietético que ofrece más beneficios cardiovasculares y por lo tanto es especialmente recomendable para esta población con tanto riesgo cardiovascular. Pero siempre estableciendo objetivos individualizados”, precisó, y además agregó que como medida preventiva contra la obesidad, el ejercicio físico “también es muy importante”.
Desde la Fundación Torres-Picón, enfocados en ayudar en la difusión de información preventiva, de origen serio, expuesta por profesionales o instituciones vinculadas al quehacer médico o científico, queremos destacar la necesidad y conveniencia de prestar atención a estos datos.
Hacemos un exhorto más para que cuidemos la salud y para persistir en la tarea de apoyar medidas de prevención de la obesidad, comentó Pedro J. Torres, vocero y presidente de la Fundación Torres-Picón, que además trabaja en promoción del arte, la cultura y la educación como medios para la superación personal y el desarrollo; herramientas idóneas y claves en la adopción de buenas prácticas para el bienestar de todos.
GF/EDC
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