La ONU alertó hoy de un fuerte aumento del número de víctimas infantiles y del reclutamiento de menores por parte de grupos armados durante los últimos meses de la guerra en Siria.
Desde el inicio de 2018, Naciones Unidas ha verificado más de 1.200 violaciones contra niños, con más de 600 menores asesinados o mutilados y más de 180 reclutados, dijo al Consejo de Seguridad la argentina Virginia Gamba, responsable de la organización para Niños y Conflictos Armados.
"La mayor parte de estas graves violaciones verificadas han ocurrido en el contexto de ofensivas militares de varios actores en las áreas de Afrín, Hama, Idleb, Guta Oriental y Deraa", explicó Gamba.
Según la ONU, las cifras disponibles muestran un empeoramiento claro durante la primera mitad de 2018 con respecto a periodos anteriores.
Entre enero y marzo, por ejemplo, se dio un aumento del 348 por ciento en los asesinatos y mutilaciones de niños en comparación con el trimestre anterior.
El número total de violaciones graves en ese primer trimestre del año creció un 109 por ciento con respecto a los tres meses previos, dijo Gamba.
Además, el reclutamiento y utilización de niños por parte de grupos armados aumentó un 25 %.
Según la ONU, la mayor parte de ese reclutamiento es responsabilidad de grupos opositores, mientras que la mayoría de las muertes y heridas sufridas por niños se atribuyen a las fuerzas gubernamentales y sus aliados.
Gamba dio a entender que todas las cifras pueden ser en realidad mucho peores dadas las dificultades de acceso que se dan en muchas partes de Siria y los problemas para verificar informaciones.
La situación de los menores centró hoy la reunión mensual del Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Siria, aunque los Estados miembros aprovecharon también para hacer un repaso más amplio del curso del conflicto.
Las potencias occidentales criticaron la ofensiva militar que el régimen de Damasco está llevando a cabo en el suroeste del país y advirtieron de las consecuencias devastadoras que pueden darse si finalmente el Gobierno opta por una estrategia similar en la provincia de Idleb, el gran reducto opositor en el norte del país.
"Una campaña militar del régimen sirio en Idleb parecida a la que vimos en Guta Oriental o en Alepo resultaría en una crisis humanitaria desastrosa", dijo el representante adjunto de EEUU, Jonathan Cohen.
Según la ONU, más de dos millones de personas residen actualmente en Idleb, más de la mitad son desplazados llegados de otras áreas del país. EFE
ST
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