Tania Tobar no sale de su asombro. Por la mañana llamó al teléfono habilitado para pedir cita en un servicio de salud en Santiago y por la tarde tenía al médico en su casa para visitar a su hija, con una patología respiratoria, propias de esta época en Chile por el frío y, sobre todo, la contaminación.
"¡Primera vez que vienen a casa! Yo tengo dos hijas pequeñas e ir al doctor es más difícil. Se demora mucho, porque tengo que pedir hora. He llegado a esperar hasta tres horas" en el consultorio, dice a la AFP, que acompaña al equipo médico en esta visita.
Tobar se ha beneficiado del servicio gratuito que hace tres semanas puso en marcha la alcaldía de Santiago durante el invierno, destinado a los menores de 6 años y mayores de 65 con patologías cardiorrespiratorias propias del invierno austral y agravadas por los altos índices de contaminación que vive la capital chilena, de 7 millones de habitantes.
Se estima que cada año, unas 4.000 personas mueren prematuramente en Chile por enfermedades cardiopulmonares asociadas a la polución, principalmente en Santiago, cuya ubicación geográfica, rodeada de cerros, obstaculiza la ventilación.
En lo que va de invierno, las autoridades de Santiago han decretado seis estados de "pre-emergencia" ambiental, el segundo en relevancia antes de la "emergencia" -la última data de 2016-, y que paraliza cerca del 20% del parque automotor de Santiago y un millar de fuentes fijas contaminantes.
"No tenía idea que podían venir a la casa. Hay gente que no puede salir de casa. Llamé para pedir hora (para un centro de salud) y me dijeron que iban a llamarme para ver si podían venir a casa", asegura Tobar.
Atención gratuita y de calidad
Según su directora, la doctora Adriana Tapia, el programa de la municipalidad pretende "que los vecinos de Santiago tengan atención en su casa, gratuita, de calidad y que puedan contar con el tratamiento en su domicilio sin que tengan que recurrir a los centros de salud", normalmente colapsados en esta época.
Los pacientes llaman por la mañana y por la tarde un equipo médico (en su mayoría doctores venezolanos) llegan a los domicilios de los pacientes para evaluar el estado del enfermo. Si no necesita ser desviado al centro de salud o al servicio de urgencias del hospital, el médico entrega el tratamiento, que también proporciona la municipalidad.
"Ha sido muy bien recibido por las personas porque especialmente a los adultos mayores les cuesta llegar al consultorio a pesar de que hemos aumentado mucho la oferta de horas médicas. Y también los niños pequeños, porque los papás (que suelen trabajar durante el día) están presentes cuando llegan los médicos" a casa, agrega.
Por el momento, el 65% de las consultas ha sido para menores de 6 años y casi todas las patologías que han presentado son enfermedades respiratorias bajas, dice Tapia, quien señala que los fondos salen del presupuesto de la municipalidad.
"Creemos que con esto lo que estamos haciendo es anticiparnos antes de que se complique más y las personas terminen en las urgencias de los hospitales", asegura.
Y es que en torno al 80% de las atenciones que se realizan en emergencia en los hospitales y clínicas se pueden resolver en el domicilio, señala la empresa que presta el servicio.
Por el momento, este programa tendrá una duración de cinco meses y está restringido a las patologías respiratorias.
Iniciado en la municipalidad del área metropolitana Maipú, la segunda más poblada de Chile, hace un año para toda la población y todo tipo de patologías, en Santiago no ha habido avalancha de llamadas en la centralita.
"La gente está consultando de manera similar o incluso menos que en años anteriores", asegura Tapia, quien prevé que se pueda extender un poco más allá de septiembre porque "en este momento estamos haciendo 18-20 consultas diarias y nuestra capacidad es para 70". AFP / RA
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