Hay síntomas clásicos y conocidos del embarazo sabidos por todos; que los pechos crecen, las náuseas y, por supuesto, la ausencia del período. Aún así, existen otras señales peculiares y más desconocidas -algunas de ellas sin confirmación científica, más bien popular- que pueden darte pistas de que, quizá, debas acudir al médico para confirmar tus sospechas.
Mejillas más oscuras
La hiperpigmentación es algo frecuente en las mujeres gestantes, debido al cambio hormonal. Aunque, por lo general, ocurre con el embarazo más avanzado, puede suceder que se manifieste desde el inicio, especialmente, en la zona de las mejillas.
Puede aparecer también en el vientre, en las manos y en otras partes del cuerpo. Será importante cuidar la piel con protección solar para evitar las manchas. De todos modos, las manchas suelen irse por sí solas una vez pasada la gestación.
Los pezones se agrandan y se oscurecen
Otra señal transitoria es que los pezones se vuelven más grandes y oscuros. Esto es producto del cambio hormonal y de la preparación del cuerpo o, mejor dicho, de los pechos para la lactancia.
Mucho cansancio
También como resultado del cambio hormonal y de la energía extra que demanda la creación de una nueva vida, la flamante madre suele sentirse extremadamente cansada.
Hipersensibilidad olfatoria
El sentido del olfato se ve potenciado también por los cambios. Es muy posible que percibas más los olores y que sientas incluso aquellos que antes no lo hacías. Esta mayor sensibilidad olfativa sumado a las náuseas propias del primer trimestre pueden hacer estos primeros días un tanto difíciles.
Puede haber un sangrado ligero
No se trata de la menstruación, sino de un sangrado leve que puede haber cuando el huevo o cigoto desciende y se coloca en el revestimiento del útero, donde continuará su desarrollo. Este es el motivo por el que a veces la mujer puede no darse cuenta enseguida que está embarazada, pensando que ha tenido un período menstrual.
Baja el deseo sexual
Junto con todos estos síntomas, la líbido suele descender significativamente -aunque es subjetivo-. Por lo general, durante el segundo trimestre del embarazo repunta y en el tercero, baja un poco, pero ya por el tamaño de la tripa que puede dificultar un poco las relaciones sexuales.
Ante la menor duda, acude a tu médico o especialista de confianza.
Fuente: Nosotras
RA
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