Algo tan cotidiano como el olor y el color de la orina puede estar dando señales de alerta. La presencia de ciertas sustancias no habituales en la orina puede estar reflejando diferentes alteraciones en el organismo, por ello, habrá que estar atento.
Cuando vamos al médico para un control, un análisis de orina suele estar incluido. Con él, se pueden detectar varias cosas: si hay presencia de glóbulos rojos, altos niveles de proteínas y minerales que pueden estar indicando problemas con los riñones o en las vías urinarias, o incluso si hay bacterias que puedan estar dando aviso sobre una infección.
La orina está compuesta en mayor proporción por agua, pero también contiene otras sustancias que se eliminan del organismo y sus procesos, como sales minerales, tales como sodio, potasio o calcio, y sustancias orgánicas sobrantes, como ácido úrico, urea, creatinina, etc.
La producción y eliminación de la orina es esencial para el mantenimiento de una buena salud y del funcionamiento de todos los sistemas orgánicos. La orina tiene dos funciones clave: mantener el equilibrio de los líquidos en el organismo y liberar la sangre de las sustancias de desecho generadas por las células del cuerpo. Puede considerarse como un filtrado del plasma, la parte líquida de la sangre.
Cuando por algún fallo renal no se produce orina, se ocasiona una intoxicación de la sangre al ir acumulándose sustancias nocivas para el organismo. Existen factores que pueden afectar las condiciones normales de la orina, como medicamentos, alimentos y enfermedades.
En casos de diabetes, puede contener azúcar, o albúmina (una proteína) en algunas formas de enfermedad renal, así también en casos de ictericia, puede haber presencia de pigmentos biliares, entre otras posibilidades.
El cambio de color de la orina puede ser ocasionado por ciertos medicamentos, algunos alimentos o colorantes. En otros casos puede deberse a problemas de salud y la orina puede servir como pista de diferentes procesos patológicos o enfermedades al reflejar cambios en sus características.
Por otro lado, vale destacar que la edad es un factor importante: los tumores en la vejiga y riñón son más frecuentes en adultos mayores. Los hombres de más de 50 años ocasionalmente pueden orinar sangre debido al agrandamiento de la glándula prostática.
También cuando existen antecedentes familiares de insuficiencia renal o de cálculos en los riñones se tiene una mayor propensión a desarrollar estos problemas, puesto que ambos pueden provocar sangre en la orina.
En condiciones normales, la orina no tiene que tener un olor fuerte. No obstante, el haber consumido ciertos alimentos como el espárrago puede cambiar su olor, ya que posee azufre. Algo similar puede ocurrir con los suplementos de vitaminas, especialmente, con los de B6.
Cuando la hidratación no ha sido la correcta, la orina se concentra y puede tener un olor fuerte a amonio. Pero también puede haber un olor fuerte antes de orinar en caso de infección en vías urinarias, diabetes, infección en la vejiga o enfermedades metabólicas.
Ante cualquier duda, recomendamos consultar a tu médico de confianza o especialista.
Fuente: Nosotras
RA
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