Para conseguir que el bebé se adapte al nuevo ambiente y pueda dormir solo en su cuna, debes familiarizarlo con su nuevo entorno, tener paciencia y ser constante.
Cada niño tiene sus propias necesidades y el proceso de adaptación puede ser más fácil en algunos niños que en otros. Sin embargo, existen algunos consejos a seguir para que la tarea te resulte más fácil.
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• Establece una rutina: Esto ayudará a que el niño reconozca que es la hora de dormir. Debes acostumbrarlo a su cuna de manera gradual. Quédate a su lado aunque llore, sin cogerlo. Para calmarlo, le puedes cantar, acariciar o todo lo que haga falta para que note que estás a su lado consolándolo.
• Leche tibia: 60 o 90 ml de fórmula o leche materna tibia antes de ir a dormir puede ayudarlo a descansar. No lo alimentes demasiado antes de dormir porque se sentirá incómodo y no podrá conciliar el sueño. Algo importante es la postura del bebé en la cuna, asegúrate de que se sienta cómodo y seguro.
• Dale un baño: Un baño pequeño y cálido. Puedes agregarle algunas gotitas de esencia de lavanda o romero al agua para que le dé sueño y lo calme. Luego, lo puedes envolver en una toalla o manta, de esa manera se calmará y preparará para el sueño.
• Peluche o juguete favorito: Agrega algo que le calme y le tranquilice, como su peluche favorito o una mantita para que él pueda abrazar y oler. Déjale en la cuna y cuando veas que está tranquilo, vete de la habitación. Si se pone a llorar vuelve, quédate con tu bebé y cuando se esté quedando dormido, vuelve a salir. Día tras día, se acostumbrará y conseguirá dormirse sin tu presencia.
Puede ser un proceso largo, pero con paciencia y con todo el amor qué le vas a dedicar ¡Lo conseguiréis juntos!
Es muy importante que el niño pueda dormir solo, tanto para tu descanso y como para el suyo propio.
Fuente: Nosotras
RA
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