Elevar el autoestima es más que un concepto de moda. El sentimiento de valor propio es fundamental para tomar las mejores decisiones y mantener mejores relaciones personales.
Curiosamente, la autoestima tiene poco que ver con el talento real o capacidad. Es bastante posible que alguien que es bueno en algo sea el que tiene la más baja autoestima. En caso contrario, hay personas a las que les cuesta más ciertas tareas, pero tienen tan buena autoestima que cuando llega el momento, sobresalen. En el primer caso, por ejemplo, alguien podría pensar “tengo que dar un discurso mañana y estoy horrorizada, no soy tan buena”, a pesar de tener gran experiencia y éxito en la materia. Y eso podría sabotear su presentación Por su parte, la persona con mejor autoestima se centraría en la sensación de confianza en el resultado y quizás, pese a no tener la misma experticia que la primera, será tan natural y empática que se comerá el escenario. Es fácil ver cómo la falta de autoestima puede influir en cómo se comporta una persona. Pero, ¿cómo llegamos a caer en ese hueco de una reducida estima propia?
Hay muchas razones por las que alguien puede tener una baja autoestima. Una sensación de fracaso “constante” puede deberse a una mala decisión o una serie de experiencias en la vida que llevan a la persona a sentirse mal sobre sí misma. Y todas pasamos por experiencias demoledoras o momentos en los que vemos minadas nuestras propia confianza. El asunto es quedarse “enganchadas” en ellos y asumirlos como referencia en cada nueva situación; pensar que siempre lo “malo” se repetirá. Tu autoestima también se ve afectada si has vivido o te desenvuelves en un entorno sobrexigente, en el que las críticas no son constructivas y se acostumbra a desacreditar al otro.
¡Llegó la hora de mejorar tu autoestima!
Si sientes que debes mejorar la visión que tienes de ti misma, nunca es tarde. Acá te presentamos una lista de sencillos pasos que, gradualmente, pueden ayudarte a traer de vuelta ese estima perdida.
Dile NO a la gente tóxica:
Aunque es verdad que no debemos dar mucha atención a la opinión de los demás, sí es cierto que no podemos vivir rodeadas de la gente negativa que solo enfatiza lo “mal que estás” o lo “mal que has hecho/haces tal o cual cosa”.
¡Despacha de tu vida a los ladrones de autoestima! No necesitas a gente que solo para hacerte reproches, desvalorizarte, realizar críticas constructivas o minar tu confianza. desvalorizaciones y críticas destructivas. Quizás te interese: ¿Tienes una pareja tóxica?
2. No te compares:
Tomar como referencia modelos de vidas exitosas es una estrategia positiva, pero que no se te pase la mano en eso. Ocurre que algunas personas no dejan de compararse con otras y caen en el peligroso sentimiento de la envidia. No solo quieren parecerse en todo a ellas, sino que pueden hasta pensar “destruirlas”, porque no procesan una forma constructiva de ser tan exitosas. La frustración es uno de los peores enemigos del autoestima. Como decía el filósofo, tú eres y tus circunstancias. Hay muchas cosas que no puedes controlar ni cambiar, así que enfócate en modificar aquello que sí puedas y ajusta tus expectativas.
Escucha tu voz interior:
Comienza a registrar en un diario los pensamientos e ideas que vienen a tu mente cada vez que intentas definirte: ¿son positivos o negativos?¿qué es lo que predomina? Al hacer este análisis, ¿destacan las sensaciones de culpa, pesimismo exagerado, descalificación o generalización? Al registrarlos, estarás más consciente de lo que debes modificar. La mejor forma de callar esas vocecitas negativas y elevar el autoestima es haciendo un diagnóstico y nadie mejor que tú misma para emprender esta tarea. Quizás te interese: Tips para tener una vida más saludable y feliz
4. Silencia la voz negativa:
En este punto, intentarás darle la vuelta a esos pensamientos negativos por otros positivos. Por ejemplo: “Perdí mi pareja y nunca lograré ser feliz en el amor”. ¡No te latigues de esa forma1 Puedes darle el giro a esta expresión con una que refuerce la motivación al cambio. “Esta experiencia me desilusionó, pero di lo mejor de mí y sé que tengo muchas virtudes para encontrar a otra persona y construir una relación sana”.
Es odioso cuando nos dicen que debemos ver el lado positivo de las cosas, pero eso siempre resulta. No lo comprenderás al momento, pero cuando las agujas del reloj cosan tus heridas, te darás cuenta de que lo malo pasa no tanto “por algo”, sino “para algo”.
5. Establece metas:
La mejor forma de lograrlo es plantearte objetivos concretos y que te hagan sentir mejor contigo misma. ¿Has oído la máxima de “un paso a la vez”?
Te damos varios ejemplos: “este mes, mejoraré la apariencia de mi cabello”. “Iniciaré un plan de alimentación balanceada para tener un peso”. “Adaptaré la presentación de mi curriculum y optaré por un mejor trabajo” Cuando te des cuenta de que sí puedes ir haciendo cambios progresivos, inmediatamente verás cómo tu autoestima va aumentando progresivamente.
6. Descubre nuevos talentos y rutinas:
¿Tienes alguna inclinación por la música, la pintura, la cocina o la escritura? ¿Consideras que es el momento para disciplinarte con los ejercicios a los que has estado sacándole el cuerpo? ¡Es hora de demostrarte que nunca es tarde! Inicia una actividad extracurricular que te llene espiritualmente. Te puedes sorprender con los resultados, activarás otros campos cerebrales y tu autoestima escalará a pasos agigantados.
7. Recompénsate, aplaude tus éxitos:
Hay que permitirse un lujo de vez en cuando, o darse una misma una “caricia positiva” cuando has superado un obstáculo, una ruptura amorosa o te fue muy bien en esa entrevista o reunión de trabajo. No tiene por qué ser algo caro: una taza de café en un lugar agradable, tu dulce favorito, comprar un objeto que te guste, salir a pasear con un ser querido. ¡La valoración empieza por casa propia!
Fuente: ViviSaludable
ST
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