Durante el embarazo, nuestro cuerpo no puede evitar experimentar cambios necesarios e imprescindibles ante un proceso como la gestación.
Revertir tantos cambios es un proceso lento, en el que cada una de nosotras debe sentirse segura y a gusto en su piel. La meta es tratar de volver a la normalidad y el proceso requiere cuidados de higiene, belleza, alimentación y actitud positiva.
Nuestra misión es recuperarnos por dentro y por fuera. No se trata sólo de una cuestión de estética, hablamos de salud física y mental.
Un cuidado apropiado te permite una percepción positiva que evita la apari-ción de depresión, enfermedades y otras condiciones difíciles de esta etapa.
• Alimentación: Es importante modificar las rutinas alimentarias, equilibrando los elementos nutricionales que además favorezcan a la lactancia. Integra en tu día a día alimentos como legumbres, frutas, cereales integrales, verduras, pescados y carnes magras.
• Actividad física: Puedes comenzar con caminatas para mejorar la circulación y comenzar a revertir el exceso de peso. Entrar en contacto con la naturaleza te ayudará a liberar el estrés. Debes consultar con tu médico para que te indique cuando puedes comenzar a realizar ejercicios moderados para tonificar tu cuerpo y volver a la normalidad.
• Hidratar la piel: La hidratación es fundamental antes, durante y después del embarazo para ayudar a que la piel esté nutrida y evitar las temidas estrías. Es primordial el consumo constante de agua y el uso de cremas hidratantes o aceites como el aceite de coco y karité.
Masajear el vientre, las piernas y las caderas ayudará a readaptar tu cuerpo. Recuerda hidratar los senos para evitar la flacidez de los tejidos.
• Descanso: Los primeros días son para descansar y recuperarse tanto física como emocionalmente. Necesitas dedicar toda la energía a ti misma y a tu bebé. Aprovecha los ratos que el bebé duerme para descansar y acepta la ayuda de tu entorno.
• No te exijas demasiado: Ten paciencia contigo misma, es probable que te sientas triste, abrumada y con ganas de llorar unos días. Los cambios hormonales, la ansiedad por el cuidado del bebé y la falta de sueño pueden afectar a tus emociones.
La depresión postparto puede dificultar el cuidado del bebé. Recuerda acudir a tu médico para que pueda ayudarte a sentirte mejor. La depresión postparto se trata con terapia o, en caso de ser necesario, con medicamentos. No dudes en pedir ayuda en caso de sentirte así.
Fuente: Nosotras
RA
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