La noche de bodas es ese momento tan especial que llega después de un día agotador donde las emociones y el amor han estado a flor de piel entre los novios y los invitados.
Cuando por fin cae la noche o aparecen los primeros rayos de sol, llega esa ‘noche de bodas’ tan especial, donde el recién estrenado matrimonio está a solas. Aunque para muchas personas es un momento de sexo desenfrenado para celebrar -y consumar, como se decía antiguamente- el matrimonio, para otros es un momento de descanso, y para otros, además, un tiempo de reflexión para hablar de un día inolvidable.
Sea cual sea tu opción, sí es lógico que tengas en cuenta ciertos tips para que además de que nunca olvides el día de tu boda, tampoco se te vaya de la memoria jamás su noche.
Ten en cuenta que estarán cansados, que habrán sido muchos días de nervios y que justo esas serán las emociones las grandes protagonistas del día. Por eso, no te ofendas si tu pareja de pronto cae en la cama con mucho sueño o si tú mismo te encuentras en una preciosa habitación de recién casados y de pronto no tienes ganas de hacer nada.
Lo más importante es que te dejes llevar, sea como sea esa noche, con el fin de que no haya decepciones nada más empezar, sino todo lo contrario. Si los dos tienen ganas de sexo en esta nueva etapa, es algo maravilloso. Desde luego, lo pasarán muy bien, sobre todo porque hay mucho juego por medio como los propios trajes nupciales, una lencería muy sexy….
Si por otro lado les apetece algo mucho más romántico, entonces es el momento de prepararlo. Quizás unas velas, unas caricias… un momento aparte para repetir esas promesas del nuevo tiempo que se abre para los dos.
Fuente: Nosotras
RA
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