Después de la detención arbitraria, los policías irrumpieron durante el culto de la Iglesia Rey de Paz, para fotografiar a los asistentes y recolectar supuestas evidencias, lo que es una clara violación a la libertad de culto y a la propia Constitución venezolana.
Lo que realmente ocurrió fue que el pastor Marcelo, junto con su congregación, realizaba campañas humanitarias con el fin ayudar a los necesitados a sobrellevar la crisis, repartiendo alimentos y medicamentos, lo que provocó la ira del régimen. Estas jornadas eran financiadas con recursos propios y donaciones de terceros.
Según informaciones de testigos de los hechos, aseguran que ha empezado una "persecución contra los cristianos". "El Gobierno de Maduro esta cerrando estaciones de radio y acabando con los medios no oficiales", dijo una mujer.
“Las iglesias evangélicas en Venezuela están legalmente registradas como asociaciones civiles sin fines de lucro. No obstante, las leyes fueron modificadas y en la actualidad todas las asociaciones civiles tienen que pagarle al estado su impuesto. Esto es claro, están atacando directamente a la iglesia del Señor”, declaró la mujer.
“No es la primera vez que sucede esto, en varias oportunidades este gobierno busca humillar y difamar a la Iglesia de Cristo a toda costa”, lamentó.
De Noticias Cristianas del Acontecer Cristiano
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