El jardinero, novato del año de la campaña 1999-2000, aseguró que es momento de dar un paso al costado pues a sus 41 años le es difícil prepararse cada año para comenzar una nueva temporada. Y aunque su agilidad física parece intacta y ahora mismo tiene un bate que promedia .319, el retiro parece inminente. Palabras de agradecimiento y reflexiones sobre su carrera se han vuelto una constante en cada entrevista para este 2018.
“Mi carrera ha sido muy buena, conviví con grandes peloteros cuando era novato y aprendí de todos. A Edgardo Alfonzo, Richard Hidalgo y Melvin Mora les debo mucho y a la fanaticada del beisbol le expresó mi profundo agradecimiento por su apoyo incondicional. Este año ha sido mágico, jamás me imaginé ser ovacionado en un estadio visitante, jamás pensé que iba tener que alzar mi casco para despedirme de otras aficiones. Estoy orgulloso y agradecido”, confesó.
Endy es una figura insigne para los Navegantes del Magallanes y el beisbol en general. Su carrera es ejemplo para todo el que quiera brillar en este circuito. Un bate valioso, un guante dorado y una calidad humana que evoca cercanía es la carta de presentación del carabobeño, que comenzó a dar grandes pasos en 1995, cuando aún lucia frágil para este beisbol pero ya se evidenciaba su calidad, según precisó Carlos Feo, narrador del circuito radial turco desde hace 25 años.
“Lo vi por primera vez en unos juegos de pretemporada, antes de que debutara en la LVBP, en el estadio Bachiller Julio Hernández Molina. Cuando salió a jugar vi que el uniforme le quedaba grande, era muy flaco y pensé que iba a tener que esforzarse mucho para desarrollarse y sobrevivir en este beisbol. De repente dan un fly hacia la zona de seguridad y no solamente corre, llega a la pared y agarra la bola, sino que desde ahí se la puso de aire en el pecho al tercera base. Ahí entendí que hacia ese flaco en el terreno”, comentó entre risas.
Unos 22 años después, ya son muchas las grandes atrapadas y extraordinarias jugadas que se han narrado en el circuito radial de los Navegantes en cuanto a Endy Chávez. Una ratificación continúa de la calidad de su brazo que parece no perder tino ni puntería con los años, sino que por el contrario se ha fortalecido para convertirse en una sentencia de out para todos sus rivales.
“Una de las cosas que yo más he disfrutado en 25 años con Magallanes fue una temporada de Endy donde tuvo como 12 asistencias, lo que es un récord para la liga, porque cada vez que agarraba la bola el corredor que venía para home o para cualquier base sabía que tenía una alta posibilidad de ser out”, relató Feo.
Por su parte, Damaso Blanco, exjugador de los eléctricos y también comentarista del circuito radial del club durante muchos años, describió a Endy como una figura universal del beisbol, que merecía ser reconocido en distintas plazas como ocurrió en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, el José Pérez Colmenares de Maracay, el Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo, el Estadio Nueva Esparta, el parque de la Ciudad Universitaria y por supuesto el José Bernardo Pérez de Valencia.
“Endy llegó a Magallanes en una época dorada en la que estaba Melvin Mora, Juan Carlos Pulido, Richard Hidalgo, Johan Santana, Edgardo Alfonzo, Alvaro Espinoza, entre muchos otros, pero eso no lo detuvo, al contrario aprendió de todos. Siempre ha sido modesto, humilde, respetuoso del juego y de la gente, eso es realmente lo que ha hecho tan querido”, explicó Blanco.
Innegablemente la historia de Endy, un bateador de 19 temporadas y más de 600 hits, se ha escrito sobre el registro de grandes jugadas en los jardines, joyas defensivas que han calado en la memoria de los fanáticos, quienes se encargan de recordárselas en cada encuentro en el que se reúne con ellos para firmar autógrafos, algo que sucede muy a menudo pues es Endy uno de los jugadores más carismáticos que posee la pelota local.
“Creo que a lo largo de mi carrera he hecho muy buenas jugadas. No las recuerdo todas pero los fanáticos se encargan de recordármelas porque siempre me han respetado y expresado cariño sin importar el equipo del que sean. Eso es grandioso”, comentó el jardinero que en calidad de refuerzo ha vestido las camisetas de Tigres de Aragua, Caribes de Anzoátegui y Águilas del Zulia, siendo campeón -al menos una vez- con cada uno de ellos.
En la Nave, con quien tiene tres anillos de campeón, su despedida es una baja sensible pero abre paso a una nueva etapa en su carrera en la que se vestirá definitivamente de inmortal para ser la guía de la generación de relevo.
“Endy es tremendo compañero, tremendo ser humano, tremendo jugador. Lamentablemente ya le toca dar un paso al costado como jugador, pero el siempre será una insignia para el equipo, es un grande y todos los jugadores aqui presente sienten esa admiración por él”, comentó Richard Hidalgo, coach de bateo y exjugador del Magallanes.
“Él es esa clase de pelotero que siempre quieres tener en tu lineup, porque es más que un bateador con buena defensiva, es un líder y eso siempre se extraña. Pero seguramente lo vamos a seguir viendo, el beisbol merece seguir viéndolo”, señaló Luis Dorante, manager de los eléctricos.
Endy Chávez pone fin a una carrera extraordinaria en la que, a su juicio, la clave ha sido la disciplina y la dedicación con la que ha afrontado cada temporada. Su capacidad de aprender de cada pelotero con el que ha coincidido en el terreno, su profundo amor por el Magallanes aunado al respeto por las otras siete camisetas.
“El béisbol lo tiene todo, solo tienes que saber aprovechar cada pitcheo, sin importar si es bueno o malo”, concluyó.
Fuente
El Universal
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