Miles de venezolanos que emigraron a Argentina regresaron este sábado a las calles de Buenos Aires después de hacerlo el pasado 23 de enero para secundar el movimiento encabezado por Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela y pide el fin del régimen de Nicolás Maduro y elecciones libres.
"Hoy en Buenos Aires se evidenció una vez más una concentración maravillosa, llena de alegría, llena de esperanza y llena de respeto", dijo a Efe Elisa Trotta, la representante diplomática del Gobierno de Guaidó, quien asumió las competencias de presidente encargado hace poco más de una semana.
Cerca de 5.000 personas, según la convocante Alianza por Venezuela, acudieron a una manifestación que fue una réplica de las que se sucedieron en varias ciudades del mundo y que tuvieron su centro en Caracas, donde el presidente encargado anunció una "coalición de ayuda humanitaria".
Trotta, en su primer acto oficial como representante diplomática -hasta ahora ejercía como presidenta de Alianza por Venezuela-, aseveró que con la llegada de la ayuda humanitaria, Guaidó "ha demostrado que sigue del lado correcto de la historia".
"Ha sido claro hacia la comunidad internacional con la necesidad de lograr la ayuda humanitaria como uno de los ejes fundamentales", indicó Trotta después del acto con sus compatriotas, celebrado en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Allí se entonaron canciones tradicionales del país caribeño, el himno nacional venezolano y varias de las consignas recurrentes en las manifestaciones de todo el mundo, entre la alegría de los presentes.
"Ya cayó", gritaba la multitud reunida con sus banderas y gorras tricolor y con sus camisetas de la selección de fútbol de su país, la "Vinotinto", mientras una señora portaba un cartel que rezaba "Familia, nos vemos pronto", sin bajarlo durante toda la concentración.
"Libertad", "Viva Guaidó" y "No queremos una dictadura como la de cuba" fueron otras de las frases que se oyeron durante la tarde, horas después de que tanto el presidente encargado como Maduro celebraran marchas en su país.
En la suya, Maduro anunció que estaba dispuesto a considerar unas elecciones legislativas, es decir, a la Asamblea Nacional, ante la petición internacional de que hubiera elecciones en Venezuela.
Sin embargo, Trotta respondió que el "único" reclamo que enarbolan desde la oposición es el de "elecciones democráticas presidenciales".
"Evidentemente el señor Nicolás Maduro no ha entendido todavía lo que está sucediendo en Venezuela, no ha entendido que tiene el 85 % de rechazo de la población", indicó la representante diplomática.
Uno de los asistentes a la marcha, el joven venezolano Andrés García, un estudiante de administración de empresas que emigró a Argentina hace un año, consideró que esa propuesta de Maduro se trata de "las brazadas de un ahogado".
"Ha vuelto a nacer la esperanza en nosotros y yo considero que esta vez ya vamos a salir (...), se ve que hay un plan para sacar a la narcodictadura que ya tiene las horas contadas", añadió.
Ataviada con una bufanda tricolor a pesar del verano austral, Yeceña Parra, quien acudió con su hijo de tres años, Santiago, indicó que sintió que la gente con la que se manifiesta estos días es "como si fuese familia".
Sin embargo, admitió que prefiere que su familia de sangre, toda aún en Venezuela, no salga mucho a la calle.
"Tenemos mucha fe que sí va a cambiar, sin embargo les decimos a nuestros familiares que no salgan de sus casas", reconoció Parra, "muy nerviosa e inquieta" por los acontecimientos en su país. EFE
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