La República Democrática del Congo (RDC) ha vuelto a confirmar un caso de ébola en la localidad de Beni (noreste), uno de los grandes núcleos urbanos de la zona afectada por la epidemia -que hasta hoy suma 536 fallecidos- donde hacía más de tres semanas que no se detectaban contagios.
Según el último informe de situación distribuido por el Ministerio de Sanidad congoleño, el nuevo caso en Beni se produjo debido a que el afectado estuvo "expuesto a los fluidos corporales" de una persona curada del ébola.
Esta localidad, de unos 230.000 habitantes, es el municipio que ha acumulado más casos (235) y fallecidos (127) durante el presente brote.
El pasado 20 de febrero, sin embargo, el Ministerio de Sanidad congoleño había podido dar la buena noticia de que declaraba "controlada" la epidemia en Beni, al no haberse detectado nuevos casos en 21 días.
En total, la cifra de contagios por la epidemia en el noreste de RDC asciende ya a 859 (794 confirmados en laboratorio y 65 probables), mientras que el número de fallecidos se sitúa en 536 (de los cuales 471 confirmados).
El número de vacunados con un tratamiento experimental que ha dado buenos resultados asciende a 82.583.
La epidemia afecta desde agosto pasado a las provincias de Kivu del Norte e Ituri, un área, además, muy golpeada por la violencia de decenas de grupos armados.
La existencia de "zonas rojas" donde los trabajadores sanitarios no pueden entrar por la inseguridad, así como la resistencia y desconfianza social, están retrasando el fin de la epidemia.
La epidemia actual es la décima en el país y ha superado ya a la más mortífera de la historia de RDC, que se produjo en la localidad de Yambuku (norte) a finales de agosto de 1976 y está considerada como el primer brote de ébola registrado (causante de 280 muertos entre 318 casos).
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no es tratado.
El brote más devastador a nivel global se declaró en marzo de 2014, con casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea-Conakri, país del que se expandió a Sierra Leona y Liberia.
Casi dos años después, en enero de 2016, la OMS declaró el fin de esta epidemia, en la que murieron 11.300 personas y más de 28.500 fueron contagiadas, cifras que, según esta agencia, podrían ser conservadoras. EFE
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