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Pedro Torres Ciliberto: Es posible que un químico de vegetal tóxico controle la sensación de hambre y la obesidad

Una de las dificultades más incómodas que enfrentan las personas que se someten a una dieta para perder peso es la desagradable, constante sensación de hambre no satisfecha, razón por la cual muy frecuentemente se desaniman y acaban abandonando el tratamiento; es por eso que durante años muchos estudios se han planteado el objetivo de desarrollar un medicamento que ayude a las personas sometidas a regímenes dietéticos a controlar el hambre en forma segura, sin riesgos de efectos colaterales, una solución que hasta ahora había sido inalcanzable.

Pedro Torres Ciliberto, con el ex presidente de México Felipe Calderón; ambos en favor de promover la cultura por una vida sana

Sin embargo, una investigación llevada a cabo por especialistas del Boston Children’s Hospital, en Estados Unidos, parece haber encontrado la respuesta; se trata del celastrol, un compuesto químico aislado de los extractos de la raíz de Tripterygium wilfordii, conocida como la “vid del dios del trueno”, una hierba muy tóxica originaria del este de Asia. El celastrol es un triterpenoide pentacíclico que pertenece a la familia de los metiluros de quinona y tiene la propiedad de intensificar la sensibilidad del cerebro a los efectos de la leptina, la cual controla el apetito y es denominada como la “hormona de la saciedad”.

Respecto a la eficacia del celastrol contra la obesidad, ya se había descrito en el año 2015. En un estudio publicado hace varios años por la revista Nature Medicine, el equipo había identificado los efectos de este fármaco tras el análisis de más de 1.000 compuestos.

La presente información se comparte dentro del eje de actividades de divulgación preventiva en salud llevadas a cabo por la organización y fundación Torres-Picón.

Esta investigación determinó que el celastrol hace que ratones obesos disminuyan en casi un 80% la ingesta de alimentos, lo cual produce hasta un 45% de pérdida de peso. Según se demostró, el celastrol actúa por medio de una vía de señalización proinflamatoria al producirse un incremento de las cantidades de un receptor denominado IL1R1, el cual responde a una proteína denominada citoquina interleuquina 1 y controla las acciones metabólicas del celastrol.

La identificación del receptor ILR1 se llevó a cabo en forma gradual; en primer lugar se determinó la forma en que el celastrol altera la expresión génica en el hipotálamo, que es el área del cerebro donde se produce la señalización de la leptina. Para esto, los ratones del experimento se distribuyeron en tres grupos: ratones delgados, ratones obesos por sobrealimentación y ratones obesos por carencia de receptores de leptina funcionales.

El análisis de ARN del hipotálamo de todos los ratones se concentró principalmente en un grupo de genes cuya expresión podría estar relacionada con los efectos del celastrol, enfocándose especialmente en genes alterados presentes en ratones obesos por sobrealimentación que todavía tenían receptores de leptina.

Umut Ozcan, principal responsable del estudio, explicó que “si se elimina el IL1R1, el efecto de sensibilización a la leptina y el efecto antiobesidad del celastrol desaparecen por completo”; señaló el experto que los ratones con deficiencia de IL1R1 también dejaron de recibir otros efectos metabólicos positivos del celastrol, entre los cuales se cuenta la reducción de la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.

Estos resultados sugieren la posibilidad de emplear la señalización de citoquinas mediante el incremento del ILR1 a fin de lograr una alteración del metabolismo que permita el control de la sensación de hambre y, por ende, ayude a mantener un régimen alimentario orientado a la pérdida de peso.

“Es fundamental prestar atención a los muy diversos riesgos asociados a la obesidad. Hay que acentuar la prevención, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Otra parte importante que complementa la alimentación equilibrada como una medida preventiva principal, es el combate de la vida sedentaria, caminar, involucrarnos y participar más en las prácticas deportivas, en la realización de ejercicio físico adecuado a cada condición, sin excesos, que es una efectiva herramienta para mantener el peso y las buenas condiciones, ayudando a procesar el consumo de calorías”, señala Pedro Torres Ciliberto, en nombre de la organización y fundación Torres-Picón, destacando la enorme importancia de chequearnos y controlarnos con el médico y otros profesionales de la salud.

GF/EDC

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