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Pedro Torres Ciliberto: Obesidad y enfermedad metabólica asociada se relacionan con niveles de metilación del ADN

Malos hábitos de vida, como una alimentación inadecuada, pobre en nutrientes pero cargada de grasas y azúcares, así como un bajo nivel de actividad física, conforman una combinación desastrosa que constituye una de las principales causas de la obesidad; sin embargo, es innegable que otros factores, como el social, el ambiental o el genético, entre otros, tienen también gran repercusión en el desarrollo de esta patología.

Pedro Torres Ciliberto y su esposa Blanca Cecilia Picón Febres de Torres, encabezan fundación familiar y ciudadana que promueve prevención de la obesidad infantil e impulsa el arte y la cultura

Precisamente el factor genético fue el objeto de un estudio llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de especialistas de la Universidad de Málaga, conformado por biólogos, cirujanos y endocrinólogos, sobre un grupo de pacientes con trastornos del metabolismo como altos niveles de glucosa (hiperglucemia), de triglicéridos (hipertrigliceridemia), tensión arterial elevada (hipertensión), obesidad abdominal y bajos niveles de colesterol bueno (HDL).

El propósito de esta investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Journal of Clinical Medicine, era analizar la relación existente entre los niveles de metilación del ADN y el desarrollo de enfermedad metabólica asociada a la obesidad. Se determinó que los niveles de metilación en el gen del procesamiento de las grasas (lipoproteína lipasa o LPL) son más elevados en pacientes obesos con enfermedad metabólica que en los individuos sanos.

La metilación del ADN es un proceso por el cual se añaden grupos metilo al ADN, lo cual modifica su función, es decir, determina cuáles genes están activos y cuáles no; en este mecanismo influyen no solo los factores hereditarios sino también los ambientales, el estilo de vida y los hábitos alimenticios.

“Puesto que este gen es esencial para decidir si la grasa ingerida va a ser almacenada o consumida por los tejidos, un peor funcionamiento de dicho gen provocaría niveles altos de triglicéridos en sangre”, explicó Daniel Castellano, investigador principal del equipo.

Esta información se comparte dentro del eje de actividades de divulgación preventiva en salud llevadas a cabo por la organización y fundación Torres-Picón, con el propósito de colaborar con su difusión.

Según indicaron los expertos, un procesamiento deficiente de las grasas en pacientes con obesidad se asocia con mayor inflamación sistémica, con diabetes, patologías cardiovasculares e incluso con cáncer.

Asimismo el estudio estableció que una baja metilación del ADN en un gen asociado a la inflamación, como el factor de necrosis tumoral (TNF), estimula su funcionamiento, lo cual a su vez intensifica los procesos inflamatorios en pacientes obesos que padecen enfermedad metabólica.

Por su parte, Fernando Cardona y María Isabel Queipo, también miembros del equipo científico, indicaron que, según los resultados obtenidos, los pacientes obesos con enfermedad metabólica presentan niveles alterados de metilación en los genes asociados al metabolismo de las grasas y la inflamación, lo que contribuye parcialmente al desarrollo de esta patología; en este sentido, destacaron la importancia de realizar nuevas investigaciones que permitan desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para enfrentar tanto la obesidad como la enfermedad metabólica asociada a ésta, además de la promoción de nuevos estilos de vida más saludables que ayuden a evitar estos trastornos en la metilación del ADN.

“Es fundamental prestar atención a los muy diversos riesgos asociados a la obesidad. Hay que acentuar la prevención, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Otra parte importante que complementa la alimentación equilibrada como una medida preventiva principal, es el combate de la vida sedentaria, caminar, involucrarnos y participar más en las prácticas deportivas, en la realización de ejercicio físico adecuado a cada condición, sin excesos, que es una efectiva herramienta para mantener el peso y las buenas condiciones, ayudando a procesar el consumo de calorías”, señala Pedro Torres Ciliberto, en nombre de la organización y fundación Torres-Picón, destacando la enorme importancia de chequearnos y controlarnos con el médico y otros profesionales de la salud.

GF/EDC

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