Según Rafael González, presidente del sindicato Suma Caroní-Piar, el año escolar termina en condiciones precarias.
Detalló que las leyes de educación exigen que cada alumno debería recibir al menos 200 días de clases para completar el proceso de preparación.
Ante esta afirmación sostuvo que los estudiantes no recibieron la educación requerida. Especificó que el proceso de aprendizaje y la enseñanza de los contenidos solo llegaron a un 50%, cifra que le parece alarmante.
González explicó que muchos fueron los factores que perjudicaron la instrucción en esta oportunidad.
Indicó que los problemas referidos a la energía eléctrica, la gasolina, el Programa de Alimentación Escolar (PAE), el aumento del pasaje y la poca cantidad de transporte y la contingencia por el combustible, fueron en parte los causantes del debacle del año.
Afirmó que dentro de todas las fallas que surgieron, los perjudicados directos fueron los niños y jóvenes.
Expresó su preocupación con mayor inclinación a quienes están terminando de cursar sexto grado de primaria y van a primer año de secundaria, o de los que van de quinto año de secundaria a la universidad.
Aclaró que los alumnos no tuvieron la preparación adecuada para los cambios tan grandes a los que se enfrentarían.
Sin acciones
González afirmó que al mostrarse indolente a todo lo que concierne a la educación, el estado sería el culpable de lo que pasa. “Ojalá que no se repita, pero este es el peor periodo escolar”.
Ante los resultados negativos, el representante de Suma Caroní-Piar señaló que desde un principio se debió colocar el sistema educativo como prioridad en el país. “Pero no atendieron a los alumnos (…), hubo oportunidades en que ni siquiera había para entregar boletas”, declaró, refiriéndose a la situación dentro de las instituciones.
Posición
“El país no saldrá adelante si no se ajusta la educación”, mencionó González. Reveló que la educación es el motor de la nación, pero para que funcione se debe invertir en él.
Habló también del Plan Pedagógico Emergente que aplicaron todos los sindicatos en Caroní para de algún modo salvaguardar el año escolar, sin embargo reconoció que la estrategia no sería suficiente si todas las partes del estado no colaboraban con la restauración de este sistema.
De Ciudad Guayana
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