Con la llegada del buen tiempo aumentan las horas de luz, las actividades al aire libre y, por tanto, se incrementa la exposición al sol. Desde Clínica Baviera recuerdan que los ojos son órganos muy sensibles a las radiaciones solares y necesitan mayor protección que la propia piel, por lo que es fundamental tomar una serie de medidas para evitar que sufran daños.
Entre los problemas oculares que provoca la incorrecta exposición de los ojos al sol está la sequedad ocular, queratitis, pterigium y pinguéculas, que son crecimientos anormales benignos de la conjuntiva. Además, puede favorecer la aparición de cataratas o, incluso, acelerar la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).
Para proteger los ojos es frecuente el uso de gafas de sol, pero “hay que tener en cuenta que no todas las gafas son adecuadas, es decir, hay gafas que, aunque son oscuras, no tienen los filtros apropiados y su uso puede ser perjudicial”, apunta el Director Médico de Clínica Baviera, el Dr. Fernando Llovet.
¿Sabes cómo elegir las gafas de sol apropiadas?
Para proteger la vista correctamente es importante seguir una serie de pautas como asegurarse de que las gafas de sol cuentan con los filtros adecuados y que cumplen los estándares de calidad necesarios para la actividad a desarrollar.
Para garantizar el cuidado de la salud visual, desde Clínica Baviera, ofrecen las claves a tener en cuenta:
Acudir a establecimientos especializados
Elegir adecuadamente unas gafas de sol no siempre es fácil por ello, es recomendable que personal cualificado asesore a la hora de elegirlas.
Por ello, se debe evitar adquirir gafas en mercadillos o centros no especializados que no cuenten con la adecuada homologación.
Asegurarse de que cuenta con el certificado CE de fabricación
Cuando vayas a comprar unas gafas de sol, asegúrate de que tengan la marca CE con el nombre del fabricante y las referencias propias del modelo.
Elegir el tipo de filtro más adecuado a cada actividad
No te fijes tanto en el color y guíate mejor por los filtros que tenga la lente. Los filtros van del 0 al 4 (en función del grado de intensidad con el que filtra la luz visible y teniendo en cuenta la clasificación de la Unión Europea):
• Categoría 0.- Este filtro reduce hasta un 20% la luz visible y se recomienda como gafas de confort.
• Categoría 1.- Minimiza la luz entre un 20 y un 57% y es adecuada para actividades como caminar por la ciudad.
• Categoría 2.- Disminuye la luz entre el 57 y el 82% y es idónea para deportes al aire libre como pasear e ir en bicicleta.
• Categoría 3.- Son apropiadas para deportes en zonas de mucho sol como playa, mar y montaña, ya que reducen entre el 82 y el 92% de luminosidad.
• Categoría 4.- Cuenta con una protección muy alta, de entre el 92 y el 98%, lo que las convierten en indispensables para actividades en alta montaña y deportes acuáticos intensos.
Optar por tratamientos adicionales si es necesario
Existen además tratamientos adicionales a los filtros solares como son los cristales fotocromáticos, los polarizados y los cristales espejados.
Los primeros son los que mejor se adaptan a la intensidad de la luz ambiente y de la radiación UV, por lo que se oscurecen o se aclaran según los rayos ultravioletas que reciben. Los cristales polarizados, filtran los excesos de luz, minimizan los reflejos y evitan los deslumbramientos.
Y, por último, las lentes espejadas, tan de moda en los últimos años, llevan un tratamiento especial en la superficie que hace que la luz se refleje.
Protegerlas adecuadamente
Aunque las lentes no tienen una fecha de caducidad como tal, sí que pueden perder algunas de sus propiedades con el paso de los años, en especial si no se guardan y protegen adecuadamente.
Fuente: Nosotras
RA
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